*Lecturas
del Lunes de la 2ª semana de Adviento*
Lunes, 6 de diciembre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (5,17-26)*
UN día, estaba Jesús enseñando, y estaban sentados unos fariseos y maestros de
la ley, venidos de todas las aldeas de Galilea, Judea y Jerusalén. Y el poder
del Señor estaba con él para realizar curaciones.
En esto, llegaron unos hombres que traían en una camilla a un hombre paralítico
y trataban de introducirlo y colocarlo delante de él. No encontrando por donde
introducirlo a causa del gentío, subieron a la azotea, lo descolgaron con la
camilla a través de las tejas, y lo pusieron en medio, delante de Jesús. Él,
viendo la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados están perdonados».
Entonces se pusieron a pensar los escribas y los fariseos:
«¿Quién es éste que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino sólo
Dios?».
Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, respondió y les dijo:
«¿Qué estáis pensando en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil, decir: “Tus
pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y echa a andar”? Pues, para que
veáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados
—dijo al paralítico—: “A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y vete a
tu casa”».
Y, al punto, levantándose a la vista de ellos, tomó la camilla donde había
estado tendido y se marchó a su casa dando gloria a Dios
El asombro se apoderó de todos y daban gloria a Dios. Y, llenos de temor,
decían:
«Hoy hemos visto maravillas».
*Palabra del Señor*
A ti te lo digo, ponte en pie, toma tu camilla y
vete a tu casa.
*Es impresionante, saber que esta palabra se cumple
en mí, saber que hay persona que hacen hasta lo imposible para llevarme a la
presencia del Señor atreves de sus oraciones. El Señor como buen médico,
enseguida quiere a donde están mis heridas, lo primero que hace es regresar la
paz a mi alma, perdonando la malicia de mis pecado y luego me hace el regalo maravilloso,
va más allá de todo lo que me pueda imaginar o pensar; superando mis propio
deseo: Y me da la fuerza de poder cargar con mi camilla, delante de todos, los
que me conocen y saben de mi paralices y de mi camilla. Y todo esto no sucede
por mí, ni por mis méritos, ni por mis fuerzas, ni por mi sabiduría, ni porque
me lo merezca, esto se hace posible gracias al amor de todas las personas que
me llevan cargado en sus oraciones*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a
ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a
la vida eterna.
R. Amén.