*Lecturas
del Miércoles de la 28ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles, 13 de octubre de 2021
Primera
lectura
Lectura de
la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (2,1-11):
Tú, el que seas, que te eriges en juez, no tienes disculpa; al
dar sentencia contra el otro te condenas tú mismo, porque tú, el juez, te
portas igual. Todos admitimos que Dios condena con derecho a los que obran mal,
a los que obran de esa manera. Y tú, que juzgas a los que hacen eso, mientras
tú haces lo mismo, ¿te figuras que vas a escapar de la sentencia de Dios? ¿O es
que desprecias el tesoro de su bondad, tolerancia y paciencia, al no reconocer
que esa bondad es para empujarte a la conversión? Con la dureza de tu corazón
impenitente te estás almacenando castigos para el día del castigo, cuando se
revelará el justo juicio de Dios, pagando a cada uno según sus obras. A los que
han perseverado en hacer el bien, porque buscaban contemplar su gloria y
superar la muerte, les dará vida eterna; a los porfiados que se rebelan contra
la verdad y se rinden a la injusticia, les dará un castigo implacable. Pena y
angustia tocarán a todo malhechor, primero al judío, pero también al griego; en
cambio, gloria, honor y paz a todo el que obre. el bien, primero al judío, pero
también al griego; porque Dios no tiene favoritismos
Palabra de Dios
Salmo
Sal
61,2-3.6-7.9
R/. Tú, Señor, pagas a
cada uno según sus obras
Sólo en Dios descansa mi alma,
porque de él viene mi salvación;
sólo él es mí roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. R/.
Descansa sólo en Dios, alma mía,
porque él es mi esperanza;
sólo él es mi roca y mi salvación,
mi alcázar: no vacilaré. R/.
Pueblo suyo, confiad en él,
desahogad ante él vuestro corazón,
que Dios es nuestro refugio. R/.
*Lecturas
del Miércoles de la 28ª semana del Tiempo Ordinario*
Miércoles, 13 de octubre de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (11,42-46)*
En aquel tiempo, dijo el Señor: «¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el
diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras
pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin
descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de
honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que
sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo!»
Un maestro de la Ley intervino y le dijo: «Maestro, diciendo eso nos ofendes
también a nosotros.»
Jesús replicó: «¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la
gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un
dedo!»
Palabra del Señor
(Uno de los
legistas le respondió: « ¡Maestro, diciendo estas cosas, también nos injurias a
nosotros!»)
*Estas palabras del Señor no son para herir a estas
personas, es para amonestarlo para que puedan despertar del sueño, de que todos
hagan menos ellos. También esta lectura es para despertarme a mí, que estoy muy
cómodo exigiéndoles a los de más que me quieran, que se preocupen por mí, que
me traten bien. La buena noticia para mi es que el Señor a mí también me habla
no con dureza, sino con rectitud, para que pueda entender que lo que quiero que
me hagan los demás, también ellos esperan de mi eso mismo. El Señor me invita a
no exigir sino que mi corazón también esté dispuesto amar*
*El que desea y
quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.