*Lecturas del Domingo 17º del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Domingo, 25 de julio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (6,1-15)*
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del lago de Galilea (o de
Tiberíades). Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía
con los enfermos. Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus
discípulos. Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús entonces levantó los ojos, y al ver que acudía mucha gente, dice a
Felipe: «¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?» Lo decía para
tentarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le
toque un pedazo.»
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice: «Aquí hay un
muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué es eso
para tantos?»
Jesús dijo: «Decid a la gente que se siente en el suelo.»
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; sólo los hombres eran unos
cinco mil. Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los
que estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los pedazos que han
sobrado; que nada se desperdicie.»
Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos de los cinco panes de
cebada, que sobraron a los que habían comido.
La gente entonces, al ver el signo que había hecho, decía: «Éste sí que es el
Profeta que tenía que venir al mundo.»
Jesús entonces, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró
otra vez a la montaña él solo.
Palabra del Señor
«Aquí
hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y un par de peces; pero, ¿qué
es eso para tantos?»
*El Señor toma los
panes de un mucho, que ni siquiera era contado como persona, y de eso que no
contaba como persona, que no tenía ningún valor, multiplico dones y gracias para
saciar. El Señor quiere que aprenda, que hay personas, que están necesitando
recostarse en las verdes praderas de sus palabras, quizá porque están cansado o
porque están abatido o están hambriento, y el Señor espera que dentro de mí,
este su palabra para saciar a esas personas con mis testimonio de vida de ser
autentico discípulo, que no considere nada como imposible, cuando él está
presente y actuando en mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.