*Lecturas
del Inmaculado Corazón de María*
Sábado, 12 de junio de 2021
Primera
lectura
Lectura del
profeta Isaías (61,9-11):
La estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre
los pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el
Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha
vestido con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como
novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo
echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará
brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.
Palabra de Dios
Salmo
1Sam 2,1-8
R/. Mi corazón se
regocija por el Señor, mi salvador
Mi corazón se regocija por el señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R/.
Se rompen los arcos de tus valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R/.
El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R/.
Él levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R/.
*Lecturas
del Inmaculado Corazón de María*
Sábado, 12 de junio de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (2,41-51)*
Cuando Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y,
cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que
lo supieran sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una
jornada y se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no
encontrarlo, se volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo
encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y
haciéndoles preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento
y de las respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has
tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la
casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y
siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor
*Él les contestó: «¿ Por qué me buscabais?*.
*Puedo buscar algo con dos intenciones: porque
nunca lo he tenido y lo deseo, lo quiero y lo necesito; o porque lo tenía y lo
perdí y ahora es que me entero, que lo que perdí era de gran valor y ahora lo
busco porque lo quiere recuperar. Y me pregunto ¿Por qué busco al Señor?
Cuantas respuestas poéticas pasan por mi mente en un momento. Cuando deseo algo
me lanzo con toda la fuerza y me grabo esta frase: Eso lo consigo yo, cuésteme
lo que me cueste. La buena noticia para mi es que el Señor, está esperándome en
un lugar donde él se deja encontrar y puedo llegar con mis problemas, con mis
dificultades y mis necesidades, para él acogerme y hacer de mí una persona
nueva, con capacidad de saber escuchar y bendecir en medio de las dificultades*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.