*Lecturas
de la 8ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Jueves, 27 de mayo de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro del Eclesiástico (42,15-16):
Voy a recordar las obras de Dios y a contar lo que he visto: por la palabra de
Dios son creadas y de su voluntad reciben su tarea. El sol sale mostrándose a
todos, la gloria del Señor a todas sus obras. Aun los santos de Dios no
bastaron para contar las maravillas del Señor. Dios fortaleció sus ejércitos,
para que estén firmes en presencia de su gloria. Sondea el abismo y el corazón,
penetra todas sus tramas, declara el pasado y el futuro y revela los misterios
escondidos. No se le oculta ningún pensamiento ni se le escapa palabra alguna.
Ha establecido el poder de su sabiduría, es el único desde la eternidad; no
puede crecer ni menguar ni le hace falta un maestro. ¡Qué amables son todas tus
obras! Y eso que no vemos más que una chispa. Todas viven y duran eternamente y
obedecen en todas sus funciones. Todas difieren unas de otras, y no ha hecho
ninguna inútil. Una excede a otra en belleza: ¿quién se saciará de contemplar
su hermosura?
Palabra de Dios
Salmo
Sal 32
R/. La palabra de Dios
hizo el cielo
Dad gracias al Señor con la cítara,
tocad en su honor el arpa de diez cuerdas;
cantadle un cántico nuevo,
acompañando a los vítores con bordones. R/.
Que la palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra. R/.
La palabra del Señor hizo el cielo,
el aliento de su boca, sus ejércitos;
encierra en un odre las aguas marinas,
mete en un depósito el océano. R/.
Tema al Señor la tierra entera,
tiemblen ante él los habitantes del orbe:
porque él lo dijo, y existió,
él lo mandó y surgió. R/.
*Lecturas
de la 8ª Semana del Tiempo Ordinario Ciclo B*
Jueves, 27 de mayo de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Marcos (10,46-52)*
En aquel tiempo, al salir Jesús de Jericó con sus discípulos y bastante gente,
el ciego Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al borde del camino,
pidiendo limosna.
Al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar: «Hijo de David, Jesús, ten
compasión de mí.»
Muchos lo regañaban para que se callara. Pero él gritaba más: «Hijo de David,
ten compasión de mí.»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadlo.»
Llamaron al ciego, diciéndole: «Ánimo, levántate, que te llama.»
Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús.
Jesús le dijo: «¿Qué quieres que haga por ti?»
El ciego le contestó: «Maestro, que pueda ver.»
Jesús le dijo: «Anda, tu fe te ha curado.»
Y al momento recobró la vista y lo seguía por el camino.
Palabra del Señor
(«Maestro,
haz que pueda ver »).
*Pedirle
al Señor que pueda ver, es descubrir que tengo muchas oscuridades dentro, que
me hacen estar distante del Señor, si soy siego es imposible que pueda ver las
buenas obras que hacen otras personas conmigo; ser siego es ir chocando por el
camino con distintas cosas; ser siego me priva de ver los colores que Dios ha
creado. Pedir al Señor que me conceda la vista es descubrir, que estoy llamado
a cuidar y conservar lo que Dios ha creado. Poder ver me permite enterarme de
la necesidad de aquel que solo desea ser escuchado, porque se siente solo, ver
es descubrir que tengo mucho y otros tienen poco, poder ver es saber que hay
cosas que no las usos y otros la necesitan. Poder ver es ser amigo íntimo del
Señor*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.