*Lecturas
de la 2ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 16 de abril de 2021
Primera
lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (5,34-42):
En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley,
respetado por todo el pueblo, se levantó en el Sanedrín, mandó que sacaran
fuera un momento a los apóstoles y dijo:
«Israelitas, pensad bien lo que vais a hacer con esos hombres. Hace algún tiempo
se levantó Teudas, dándoselas de hombre importante, y se le juntaron unos
cuatrocientos hombres. Fue ejecutado, se dispersaron todos sus secuaces y todo
acabó en nada.
Más tarde, en los días del censo, surgió Judas el Galileo, arrastrando detrás
de sí gente del pueblo; también pereció, y se disgregaron todos sus secuaces.
En el caso presente, os digo: no os metáis con esos hombres; soltadlos. Si su
idea y su actividad son cosa de hombres, se disolverá; pero, si es cosa de
Dios, no lograréis destruirlos, y os expondríais a luchar contra Dios».
Le dieron la razón y, habiendo llamado a los apóstoles, los azotaron, les
prohibieron hablar en nombre de Jesús, y los soltaron. Ellos, pues, salieron
del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el Nombre. Ningún
día dejaban de enseñar, en el templo y por las casas, anunciando la buena
noticia acerca del Mesías Jesús.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
26,1.4.13-14
R/. Una cosa pido al
Señor: habitar en su casa
El Señor es mi luz y mi salvación,
¿a quién temeré?
El Señor es la defensa de mi vida,
¿quién me hará temblar? R/.
Una cosa pido al Señor,
eso buscaré:
habitar en la casa del Señor
por los días de mi vida;
gozar de la dulzura del Señor,
contemplando su templo. R/.
Espero gozar de la dicha del Señor
en el país de la vida.
Espera en el Señor, sé valiente,
ten ánimo, espera en el Señor. R/.
*Lecturas
de la 2ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*
Viernes, 16
de abril de 2021
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (6,1-15)*
En aquel tiempo, Jesús se marchó a la otra parte del mar de Galilea, o de
Tiberíades. Lo seguía mucha gente, porque habían visto los signos que hacía con
los enfermos.
Subió Jesús entonces a la montaña y se sentó allí con sus discípulos.
Estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos. Jesús entonces levantó los
ojos y, al ver que acudía mucha gente, dice a Felipe:
«¿Con qué compraremos panes para que coman estos?».
Lo decía para probarlo, pues bien sabía él lo que iba a hacer.
Felipe le contestó:
«Doscientos denarios de pan no bastan para que a cada uno le toque un pedazo».
Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dice:
«Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es
eso para tantos?».
Jesús dijo:
«Decid a la gente que se siente en el suelo».
Había mucha hierba en aquel sitio. Se sentaron; solo los hombres eran unos
cinco mil.
Jesús tomó los panes, dijo la acción de gracias y los repartió a los que
estaban sentados, y lo mismo todo lo que quisieron del pescado.
Cuando se saciaron, dice a sus discípulos:
«Recoged los pedazos que han sobrado; que nada se pierda».
Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos de los cinco panes de
cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver el signo
que había hecho, decía:
«Este es verdaderamente el Profeta que va a venir al mundo».
Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez
a la montaña él solo.
Palabra del Señor
(*Decid a
la gente que se siente en el suelo*).
*Esta
actitud es la mía, cuando siento que el Señor sacia alguna necesidad mía, lo
quiero proclamar como mi rey, porque me resolvió un problema. El Señor toma los
panes de un mucho, que ni siquiera era contado como persona, y de eso que no
contaba como persona, que no tenía ningún valor, multiplico dones y gracias
para mí, para saciarme, más él quiere que yo aprenda y entienda, que hay muchas
persona, que necesitan recostarse en las verdes praderas de su palabra, porque
están cansado, están abatido, están hambriento del Señor, y el Señor espera de
mí, que esas personas puedan ser saciada, con mis testimonio de ser autentico
discípulo de él, que no considere nada como imposible, cuando él está presente
y actuando en mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.