*Lecturas
de la 5ª Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo B*
Viernes, 12 de febrero de 2021
Primera lectura
Lectura del
Génesis (3,1-8):
LA serpiente era más astuta que las demás bestias del campo que el Señor había
hecho. Y dijo a la mujer:
«Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?».
La mujer contestó a la serpiente:
«Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol
que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios:
“No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”».
La serpiente replicó a la mujer:
«No, no moriréis; es que Dios sabe que el día en que comáis de él, se os
abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal».
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a
los ojos y deseable para lograr inteligencia; así que tomó de su fruto y comió.
Luego se lo dio a su marido, que también comió.
Se les abrieron los ojos a los dos y descubrieron que estaban desnudos; y
entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
Cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín a la hora de
la brisa, Adán y su mujer se escondieron de la vista del Señor Dios entre los
árboles del jardín.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
31,1-2.5.6.7
R/. Dichoso el que está absuelto de su culpa
V/. Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor no le apunta el delito
y en cuyo espíritu no hay engaño. R/.
V/. Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»,
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.
V/. Por eso, que todo fiel te suplique
en el momento de la desgracia:
la crecida de las aguas caudalosas
no lo alcanzará. R/.
V/. Tú eres mi refugio,
me libras del peligro,
me rodeas de cantos de liberación. R/.
Viernes, 12
de febrero de 2021
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Marcos (7,31 37):
31 Se marchó de la región de Tiro y
vino de nuevo, por Sidón, al mar de Galilea, atravesando la Decápolis.
32 Le presentan un sordo que, además,
hablaba con dificultad, y le ruegan imponga la mano sobre él.
33 El, apartándole de la gente, a solas, le
metió sus dedos en los oídos y con su saliva le tocó la lengua.
34 Y, levantando los ojos al cielo, dio un
gemido, y le dijo: = «Effatá», que quiere decir: «¡Abrete!»
35 Se abrieron sus oídos y, al instante, se
soltó la atadura de su lengua y hablaba correctamente.
36 Jesús les mandó que a nadie se lo
contaran. Pero cuanto más se lo prohibía, tanto más ellos lo publicaban.
37 Y se maravillaban sobremanera y decían
«Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos.»
Palabra del Señor
(Hace oír a los
sordos y hablar a los mudos).
*El pensar que
el Señor mete un dedo en el oído y luego toma saliva en el dedo y se la unta en
la lengua, suena como algo antigénico, algo no ético, y muy poco profesional.
La buena noticia para mi es que el Señor me abrasa con su amor y quiere una
intimida conmigo y por eso me lleva a un lugar aparte y quiere realizar en mi
dos signo muy importante; abrirme el oído para que lo pueda escuchar, al
escucharlo lo podre conocer, al conocerlo podré hablarle de el a los demás y
los demás me podrán entender y podrán gozar de la dulzura de su palabra; porque
mirando al cielo, suspiró y dijo: «Effetá» «ábrete»
«Todo lo ha hecho bien; hace
oír a los sordos y hablar a los mudos.»)*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.