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lunes, 4 de enero de 2021

LAS LECTURAS DEL MARTES 5 DE ENERO 2021


 

Lecturas del 5 de Enero. Feria de Navidad

Martes, 5 de enero de 2021

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,11-21):

Éste es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No seamos como Caín, que procedía del Maligno y asesinó a su hermano. ¿Y por qué lo asesinó? Porque sus obras eran malas, mientras que las de su hermano eran buenas. No os sorprenda, hermanos, que el mundo os odie; nosotros hemos pasado de la muerte a la vida: lo sabemos porque amamos a los hermanos. El que no ama permanece en la muerte. El que odia a su hermano es un homicida. Y sabéis que ningún homicida lleva en sí vida eterna. En esto hemos conocido el amor: en que él dio su vida por nosotros. También nosotros debemos dar nuestra vida por los hermanos. Pero si uno tiene de qué vivir y, viendo a su hermano en necesidad, le cierra sus entrañas, ¿cómo va a estar en él el amor de Dios? Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 99

R/.
 Aclama al Señor, tierra entera

Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores. R/.


R/. Aclama al Señor, tierra entera


Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño. R/.


R/. Aclama al Señor, tierra entera


Entrad por sus puertas con acción de gracias,
por sus atrios con himnos,
dándole gracias y bendiciendo su nombre. R/.


R/. Aclama al Señor, tierra entera


«El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.» R/.

 

R/. Aclama al Señor, tierra entera

 

Lecturas del 5 de Enero. Feria de Navidad

Martes, 5 de enero de 2021

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (1,43-51):

   43 Al día siguiente, Jesús quiso partir para Galilea. Se encuentra con Felipe y le dice: «Sígueme.»

     44 Felipe era de Bestsaida, de la ciudad de Andrés y Pedro.

   45 Felipe se encuentra con Natanael y le dice: «Ese del que escribió Moisés en la Ley, y también los profetas, lo hemos encontrado: Jesús el hijo de José, el de Nazaret.»

 

   46 Le respondió Natanael: «¿De Nazaret puede haber cosa buena?» Le dice Felipe: «Ven y lo verás.»

   47 Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño.»

   48 Le dice Natanael: «¿De qué me conoces?» Le respondió Jesús: «Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.»

   

   49 Le respondió Natanael: «Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.»

   50 Jesús le contestó: «¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.»

   51 Y le añadió: «En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»


Palabra del Señor

 

(Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: «Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño)  

 

*Esta expresión de del Señor sobre Natanael “Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño”  a mí me derrite, como el fuego al hielo, y me da una Santa Envidia de Natanael. Porque a mí en lo personal, me gustaría, enredarme y apegarme como la hiedra a la pared y enamorarme tan profundamente de la Palabra del Señor, y llegar a un punto tal que el Señor diga eso mismo de mí, y que yo también pueda decir, con entera seguridad las tres palabras que le regalaron una promesa del Señor a Natanael que “Tendría el poder de ver el Cielo abierto y ver los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre” estas palabras fueron: (Rabí) (Tú eres el Hijo Dios) (Tú eres el Rey de Israel), Cuanto me gustaría llegar a reconocer al Señor como mi gran maestro (Rabí). Que yo pueda tener mis ojos y mis oídos bien despiertos y tener una seguridad absoluta de poder decir (Tu ere el Hijo de Dios)*.  

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.