Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Primera lectura
Lectura del
libro de los Hechos de los apóstoles (4,33;5,12.27-33;12,2):
En aquellos días, los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor
Jesús con mucho valor y hacían muchos signos y prodigios en medio del pueblo.
Los condujeron a presencia del Sanedrín y el sumo sacerdote los interrogó: «¿No
os habíamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis
llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la
sangre de ese hombre.»
Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los
hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros
matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo
jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los
pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los
que le obedecen.» Esta respuesta los exasperó, y decidieron acabar con ellos.
Más tarde, el rey Herodes hizo pasar a cuchillo a Santiago, hermano de Juan.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 66
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.
R/. Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe. R/.
R/. Oh
Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben
Segunda lectura
Lectura de
la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,7-15):
Este tesoro del ministerio lo llevamos en vasijas de barro, para
que se vea que una fuerza tan extraordinaria es de Dios y no proviene de
nosotros. Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplastan; estamos apurados,
pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; nos derriban, pero no nos
rematan; en toda ocasión y por todas partes, llevamos en el cuerpo la muerte de
Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestro cuerpo.
Mientras vivimos, continuamente nos están entregando a la muerte, por causa de
Jesús; para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.
Así, la muerte está actuando en nosotros, y la vida en vosotros. Teniendo el
mismo espíritu de fe, según lo que está escrito: «Creí, por eso hablé», también
nosotros creemos y por eso hablamos; sabiendo que quien resucitó al Señor Jesús
también con Jesús nos resucitará y nos hará estar con vosotros. Todo es para
vuestro bien. Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento, para
gloria de Dios.
Palabra de Dios
Lecturas
del Santiago apóstol
Sábado, 25 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (20,20-28):
20 Entonces se le acercó la madre de
los hijos de Zebedeo con sus hijos, y se postró como para pedirle algo.
21 El le dijo: «¿Qué quieres?» Dícele ella:
«Manda que estos dos hijos míos se sienten, uno a tu derecha y otro a tu
izquierda, en tu Reino.»
22 Replicó Jesús: «No sabéis lo que pedís.
¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí, podemos.»
23 Díceles: «Mi copa, sí la beberéis; pero
sentarse a mi derecha o mi izquierda no es cosa mía el concederlo, sino que es
para quienes está preparado por mi Padre.
24 Al oír esto los otros diez, se indignaron
contra los dos hermanos.
25 Mas Jesús los llamó y dijo: «Sabéis que
los jefes de las naciones las dominan como señores absolutos, y los grandes las
oprimen con su poder.
26 No ha de ser así entre vosotros, sino que
el que quiera llegar a ser grande entre vosotros, será vuestro servidor,
27 y el que quiera ser el primero entre
vosotros, será vuestro esclavo;
28 de la misma manera que el Hijo del hombre
no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.»
Palabra del Señor
*«No
sabéis lo que pedís. ¿Podéis beber la copa que yo voy a beber?» Dícenle: «Sí,
podemos.»*
*Me llena de
esperanza saber el poder que tiene una madre cuando se acerca al corazón del
Señor y como ofrece sus hijos para el reino. Es impresionante como esta
cercanía al Señor produce de inmediato una reacción, una respuesta de parte del
Señor. Esta madre está muy segura de cómo ha formado y educado a sus hijos,
que, con tanta autoridad, hace esta petición al Señor. Enseguida el Señor les
hace un examen, para saber si la enseñanza que han recibido de su madre es
auténtica, la pregunta tiene su origen y su fundamento en “La
Fidelidad”. ¿Sois capaces de beber el cáliz que yo he de beber? Esta fue una pregunta sin rodeo, y la respuesta fue
segura y convincente. La buena noticia para mi es que es la madre quien a
temprana edad tiene la misión de preparar el corazón de los hijos al Señor, por
eso me siento alegre de estar en mi madre la iglesia, que de igual manera está
preparando mi corazón para ser fiel al Señor*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.