Musica Para el Alma

lunes, 28 de diciembre de 2020

LAS LECTURAS DEL MARTES 29 DE DICIEMBRE 2020


 

Lecturas del tiempo de Navidad - Ciclo B

Martes, 29 de diciembre de 2020

Primera lectura

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (2,3-11):

En esto sabemos que conocemos a Jesús: en que guardamos sus mandamientos. Quien dice: «Yo le conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él. Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud. En esto conocemos que estamos en él. Quien dice que permanece en él debe vivir como vivió él. Queridos, no os escribo un mandamiento nuevo, sino el mandamiento antiguo que tenéis desde el principio. Este mandamiento antiguo es la palabra que habéis escuchado. Y, sin embargo, os escribo un mandamiento nuevo –lo cual es verdadero en él y en vosotros–, pues las tinieblas pasan, y la luz verdadera brilla ya. Quien dice que está en la luz y aborrece a su hermano está aún en las tinieblas. Quien ama a su hermano permanece en la luz y no tropieza. Pero quien aborrece a su hermano está en las tinieblas, camina en las tinieblas, no sabe a dónde va, porque las tinieblas han cegado sus ojos.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 95,1-2a.2b-3.5b-6

R/.
 Alégrese el cielo, goce la tierra

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.


R/. Alégrese el cielo, goce la tierra


Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.


R/. Alégrese el cielo, goce la tierra


El Señor ha hecho el cielo;
honor y majestad lo preceden,
fuerza y esplendor están en su templo. R/.

 

R/. Alégrese el cielo, goce la tierra

 

Martes, 29 de diciembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (2,22-35):

   22 Cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, según la Ley de Moisés, llevaron a Jesús a Jerusalén para presentarle al Señor,

   23 como está escrito en la Ley del Señor: = Todo varón primogénito será consagrado al Señor =

   24 y para ofrecer en sacrificio = un par de tórtolas o dos pichones =, conforme a lo que se dice en la Ley del Señor.

   25 Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel; y estaba en él el Espíritu Santo.

   26 Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor.

   27 Movido por el Espíritu, vino al Templo; y cuando los padres introdujeron al niño Jesús, para cumplir lo que la Ley prescribía sobre él,

   28 le tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo:

   29 «Ahora, Señor, puedes, según tu palabra, dejar que tu siervo se vaya en paz;

   30 porque han visto mis ojos tu salvación,

   31 la que has preparado a la vista de todos los pueblos,

   32 luz para iluminar a los gentiles y gloria de tu pueblo Israel.»

   33 Su padre y su madre estaban admirados de lo que se decía de él.

   34 Simeón les bendijo y dijo a María, su madre: «Este está puesto para caída y elevación de muchos en Israel, y para ser señal de contradicción -

   35 ¡y a ti misma una espada te atravesará el alma! - a fin de que queden al descubierto las intenciones de muchos corazones.»


Palabra del Señor

 

(Y he aquí que había en Jerusalén un hombre llamado Simeón; este hombre era justo y piadoso, y esperaba la consolación de Israel)  

 

*Las cualidades de Simeón están escrita en esta lectura para que las pueda imitar. Simeón era Justo, Piados, lleno de Esperanza y espera el bienestar o el consuelo para su pueblo. El justo es aquel que se ajusta a las normas y precepto del Señor por amor. El hombre piadoso tiene una virtud especial que implica devoción hacia Dios y que se refleja es una acción de impulso por amor a su creador. Un hombre que aguarda que, espera con una paciencia probada en el amor, es un hombre que tiene el poder de llenarse de Esperanza y al mismo tiempo provoca que los que están cercanos a, él también se llenen de Esperanza, se convierte en un fuente inagotable que de su interior siembre brotan los buenos deseos por el otro*.      

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.