Lecturas de
la semana 2º de Adviento - Ciclo B
Lunes, 7 de diciembre de 2020
Primera lectura
Lectura del
libro de Isaías (35,1-10):
EL desierto y el yermo se regocijarán,
se alegrará la estepa y florecerá,
germinará y florecerá como flor de narciso,
festejará con gozo y cantos de júbilo.
Le ha sido dada la gloria del Líbano,
el esplendor del Carmelo y del Sarón.
Contemplarán la gloria del Señor,
la majestad de nuestro Dios.
Fortaleced las manos débiles,
afianzad las rodillas vacilantes;
decid a los inquietos:
«Sed fuertes, no temáis.
¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite,
la retribución de Dios.
Viene en persona y os salvará.»
Entonces se despegarán los ojos de los ciegos,
los oídos de los sordos se abrirán;
entonces saltará el cojo como un ciervo,
y cantará la lengua del mudo,
porque han brotado aguas en el desierto
y corrientes en la estepa.
El páramo se convertirá en estanque,
el suelo sediento en manantial.
En el lugar donde se echan los chacales
habrá hierbas, cañas y juncos.
Habrá un camino recto.
Lo llamarán «Vía sacra».
Los impuros no pasarán por él.
Él mismo abre el camino
para que no se extravíen los inexpertos.
No hay por allí leones,
ni se acercarán las bestias feroces.
Los liberados caminan por ella
y por ella retornan los rescatados del Señor.
Llegarán a Sión con cantos de júbilo:
alegría sin límite en sus rostros.
Los dominan el gozo y la alegría.
Quedan atrás la pena y la aflicción.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
84,9ab-10.11-12.13-14
R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará.
V/. Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos».
La salvación está cerca de los que lo temen,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.
R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará
V/. La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.
R/. He aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará
V/. El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
Y sus pasos señalarán el camino. R/.
R/. He
aquí nuestro Dios; viene en persona y nos salvará
Lunes, 7 de diciembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (5,17-26):
17 Un día que estaba enseñando, había
sentados algunos fariseos y doctores de la ley que habían venido de todos los
pueblos de Galilea y Judea, y de Jerusalén. El poder del Señor le hacía obrar
curaciones.
18 En esto, unos hombres trajeron en una
camilla a un paralítico y trataban de introducirle, para ponerle delante de él.
19 Pero no encontrando por dónde meterle, a
causa de la multitud, subieron al terrado, le bajaron con la camilla a través
de las tejas, y le pusieron en medio, delante de Jesús.
20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo:
«Hombre, tus pecados te quedan perdonados.»
21 Los escribas y fariseos empezaron a
pensar: «¿Quién es éste, que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados
sino sólo Dios?»
22 Conociendo Jesús sus pensamientos, les
dijo: «¿Qué estáis pensando en vuestros corazones?
23 ¿Qué es más fácil, decir: "Tus pecados
te quedan perdonados", o decir: "Levántate y anda"?
24 Pues para que sepáis que el Hijo del
hombre tiene en la tierra poder de perdonar pecados, - dijo al paralítico -:
"A ti te digo, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa".»
25 Y al instante, levantándose delante de
ellos, tomó la camilla en que yacía y se fue a su casa, glorificando a Dios.
26 El asombro se apoderó de todos, y
glorificaban a Dios. Y llenos de temor, decían: «Hoy hemos visto cosas
increíbles.»
Palabra del Señor
(Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: «Hombre,
tus pecados te quedan perdonados)
*El Señor me invita a reconocer que
mis dificultades no está afuera de mí, sino que está dentro en; mi forma de
hablar, mi forma de pensar, mis malos deseos, que nadie se meta con mi vida; eso
nacen en mi corazón, porque es ahí donde nacen esos pensamiento oscuros, sin
piedad y sin amor, donde tengo una sonrisa para una persona y al mismo tiempo
le estoy murmurando. El Señor me invita a entrar con él dentro de mi corazón,
él me quiere ilumina con la luz de su palabra, porque es ahí en mi corazón donde
tiene que iniciar mi conversión, para que el Señor, pueda depositar su gracia y
su misericordia y hacer de mí, un hombre*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.