Musica Para el Alma

miércoles, 2 de diciembre de 2020

LAS LECTURAS DEL JUEVES DE DICIEMBRE 2020


 

Lecturas de la semana 1º de Adviento - Ciclo B

Jueves, 3 de diciembre de 2020

Primera lectura

Lectura del libro de Isaías (26,1-6):

AQUEL día, se cantará este canto en la tierra de Judá:
«Tenemos una ciudad fuerte,
ha puesto para salvarla murallas y baluartes.
Abrid las puertas para que entre un pueblo justo,
que observa la lealtad;
su ánimo está firme y mantiene la paz,
porque confía en ti.
Confiad siempre en el Señor,
porque el Señor es la Roca perpetua.
Doblegó a los habitantes de la altura,
a la ciudad elevada;
la abatirá, la abatirá
hasta el suelo, hasta tocar el polvo.
La pisarán los pies, los pies del oprimido,
los pasos de los pobres».


Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 117,1.8-9.19-21.25-27a

R/.
 Bendito el que viene en nombre del Señor

V/. Dad gracias al Señor porque es bueno,
porque es eterna su misericordia.
Mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los hombres,
mejor es refugiarse en el Señor
que fiarse de los jefes. R/.


R/. Bendito el que viene en nombre del Señor


V/. Abridme las puertas de la salvación,
y entraré para dar gracias al Señor.
Esta es la puerta del Señor:
los vencedores entrarán por ella.
Te doy gracias porque me escuchaste
y fuiste mí salvación. R/.


R/. Bendito el que viene en nombre del Señor


V/. Señor, danos la salvación;
Señor, danos prosperidad.
Bendito el que viene en nombre del Señor,
os bendecimos desde la casa del Señor;
el Señor es Dios, él nos ilumina. R/.

 

R/. Bendito el que viene en nombre del Señor

 

Jueves, 3 de diciembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Mateo (7,21.24-27):

   21 «No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial.

    24 «Así pues, todo el que oiga estas palabras mías y las ponga en práctica, será como el hombre prudente que edificó su casa sobre roca:

   25 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, y embistieron contra aquella casa; pero ella no cayó, porque estaba cimentada sobre roca.

   26 Y todo el que oiga estas palabras mías y no las ponga en práctica, será como el hombre insensato que edificó su casa sobre arena:

   27 cayó la lluvia, vinieron los torrentes, soplaron los vientos, irrumpieron contra aquella casa y cayó, y fue grande su ruina.»


Palabra del Señor

 

(No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial).

 

*Hay niños que para darles un medicamento; hay que taparles la nariz y abrirle la boca con fuerza, para el niño siente que le hacen un mal por el mal sabor, pero le están haciendo un bien. Decir Señor, Señor es muy fácil, porque son palabras muy dulces en la boca y saben muy bien al paladar, pero cuando la palabra penetra en el interior y llega al estómago su sabor es un poco amarga; ese sabor amargo es la voluntad del Señor. La voluntad del Señor es que pueda vivir en la verdad, que pueda reconocer mis errores, mis debilidades, las oscuridades que tengo dentro que no me permiten avanzar en el amor. La voluntad del Señor sobre mi es que pueda perdonar, que pueda pedir perdón, que pueda orar y que pueda pedir el bien; por esas personas que me han hecho daño, esas personas que desean mi mal; eso es lo que quiere y desea el Señor de mí que pueda experimentar; Que me estuvo bien el sufrir porque así aprendí amar* 

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.