Musica Para el Alma

viernes, 27 de noviembre de 2020

LAS LECTURAS DEL SÁBADO 28 DE NOVIEMBRE 2020


 

Lecturas de la 34º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Sábado, 28 de noviembre de 2020

Primera lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (22,1-7):


El ángel del Señor me mostró a mí, Juan, un río de agua de vida, reluciente como el cristal, que brotaba del trono de Dios y del Cordero. En medio de su plaza, a un lado y otro del río, hay un árbol de vida que da doce frutos, uno cada mes. Y las hojas del árbol sirven para la curación de las naciones. Y no habrá maldición alguna. Y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus siervos le darán culto. Y verán su rostro, y su nombre está sobre sus frentes. Y ya no habrá más noche, y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz de sol, porque el Señor Dios los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos. Y me dijo:
«Estas son palabras fieles y veraces; el Señor, Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos lo que tiene que suceder pronto. Mira, yo vengo pronto. Bienaventurado el que guarda las palabras proféticas de este libro».

Palabra del Señor

 

Salmo

Sal 94

R/.
 Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!

V/. Venid, aclamemos al Señor,
demos vítores a la Roca que nos salva;
entremos a su presencia dándole gracias,
aclamándolo con cantos. R/.


R/. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!


V/. Porque el Señor es un Dios grande,
soberano de todos los dioses:
tiene en su mano las simas de la tierra,
son suyas las cumbres de los montes;
suyo es el mar, porque él lo hizo,
la tierra firme que modelaron sus manos. R/.


R/. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!


V/. Entrad, postrémonos por tierra,
bendiciendo al Señor, creador nuestro.
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros su pueblo,
el rebaño que él guía. R/.

 

R/. Maranatá. ¡Ven, Señor Jesús!

 

Sábado, 28 de noviembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,34-36):

   34 «Guardaos de que no se hagan pesados vuestros corazones por el libertinaje, por la embriaguez y por las preocupaciones de la vida, y venga aquel Día de improviso sobre vosotros, 

   35 como un lazo; porque vendrá sobre todos los que habitan toda la faz de la tierra.

   36 Estad en vela, pues, orando en todo tiempo para que tengáis fuerza y escapéis a todo lo que está para venir, y podáis estar en pie delante del Hijo del hombre.»


Palabra del Señor

 

(Estad en vela, pues, orando en todo tiempo)

 

*Esta palabra hoy me hace una invitación especial para que esté en vigilia y oración. Estar en vela no quiere decir que esté en angustia, con miedo o preocupado. Estar en vela, es estar en, la espera generosa del Señor que, quiere llegar en cualquier momento e inundar toda mi vida, todo mi ser. Y estar en la oración es pedir la purificación de mi mete, mis pensamiento, mis oídos, mis ojos y todos mis sentidos, para que estén pendiente, y preparado para que, puedan ver y sentir la entrada del Señor a mi vida. La buena noticia para mi es que, la oración me hará descubrir que siempre necesito ser llenado de la fuerza que brota del amor que, sale del corazón del Señor*

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.