Musica Para el Alma

lunes, 2 de noviembre de 2020

LAS LECTURAS DEL MARTES 3 DE NOVIEMBRE 2020


 

Lecturas de la 31º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Martes, 3 de noviembre de 2020

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2,5-11):

Tened entre vosotros los sentimientos propios de Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre sobre todo nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 21,26b-27.28-30a.31-32

R/.
 El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R/.


R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea


Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán
las familias de los pueblos. R/.


R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea


Porque del Señor es el reino,
el gobierna a los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba. R/.


R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea


Mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R/.

 

R/. El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

 

Martes, 3 de noviembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (14,15-24):

   15 Habiendo oído esto, uno de los comensales le dijo: « ¡Dichoso el que pueda comer en el Reino de Dios!»

   16 El le respondió: «Un hombre dio una gran cena y convidó a muchos;

   17 a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los invitados: "Venid, que ya está todo preparado."

   18 Pero todos a una empezaron a excusarse. El primero le dijo: "He comprado un campo y tengo que ir a verlo; te ruego me dispenses."

   19 Y otro dijo: "He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas; te ruego me dispenses."

   20 Otro dijo: "Me he casado, y por eso no puedo ir."

   21 «Regresó el siervo y se lo contó a su señor. Entonces, airado el dueño de la casa, dijo a su siervo: "Sal en seguida a las plazas y calles de la ciudad, y haz entrar aquí a los pobres y lisiados, y ciegos y cojos."

   22 Dijo el siervo: "Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía hay sitio."

   23 Dijo el señor al siervo: "Sal a los caminos y cercas, y obliga a entrar hasta que se llene mi casa."

   24 Porque os digo que ninguno de aquellos invitados probará mi cena.»


Palabra del Señor

 

(Pero todos a una empezaron a excusarse. Te ruego me dispenses).

 

*Esta expresión parece inofensiva; en un lenguaje normal yo podría decir, pero este dueño del banquete es muy exigente, mira cómo se llenó de odio. Pero es todo lo contrario, es un lenguaje donde el dueño del banquete se siente muy triste. Es como si en una fecha importante, un aniversario de boda, la esposa va al súper y compra todo lo necesario para preparar una comida especial, y compra un buen vino; luego va al salón de belleza y se pone bella como una Reina; y cuando llega la hora, llamar al amor de su vida al banquete y este le dice: Te ruego me disculpes, pero me he comido dos (hot dog y una soda). ¿Cómo se siente esa esposa? Así se siente el Señor con migo, él ha preparado todo un banquete de amor para mí y yo siempre vivo fabricando distinto tipos de escusas para distanciarme de él. Te ruego me disculpes, pero mientras yo tenga dinero y exista alcohol, cerveza, fiestas y mujeres, no puedo. Pero cuando sea un viejo iré a la iglesia. Mas el Señor, frente a esa actitud tiene una respuesta que no es dulce, ni agradable: En cuanto a esos señores que había invitado, yo les aseguro que ninguno de ellos probará mi banquete*.         

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.