Musica Para el Alma

domingo, 25 de octubre de 2020

LAS LECTURAS DEL LUNES 26 DE OCTUBRE 2020


 

Lecturas de la 30º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A

Lunes, 26 de octubre de 2020

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,32–5,8):

Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor. Por otra parte, de inmoralidad, indecencia o afán de dinero, ni hablar; es impropio de santos. Y nada de chabacanerías, estupideces o frases de doble sentido; todo eso está fuera de sitio. Lo vuestro es alabar a Dios. Meteos bien esto en la cabeza: nadie que se da a la inmoralidad, a la indecencia o al afán de dinero, que es una idolatría, tendrá herencia en el reino de Cristo y de Dios. Que nadie os engañe con argumentos especiosos; estas cosas son las que atraen el castigo de Dios sobre los rebeldes. No tengáis parte con ellos; porque en otro tiempo erais tinieblas, ahora sois luz en el Señor. Caminad como hijos de la luz.

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 1,1-2.3.4.6

R/
 Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos

Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos,
ni entra por la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los cínicos;
sino que su gozo es la ley del Señor,
y medita su ley día y noche. R/.


R/ Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos


Será como un árbol plantado al borde de la acequia:
da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;
y cuanto emprende tiene buen fin. R/.


R/ Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos


No así los impíos, no así;
serán paja que arrebata el viento.
Porque el Señor protege el camino de los justos,
pero el camino de los impíos acaba mal. R/.

 

R/ Seamos imitadores de Dios, como hijos queridos

 

Lunes, 26 de octubre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (13,10-17):

   10 Estaba un sábado enseñando en una sinagoga,

   11 y había una mujer a la que un espíritu tenía enferma hacía dieciocho años; estaba encorvada, y no podía en modo alguno enderezarse.

   12 Al verla Jesús, la llamó y le dijo: «Mujer, quedas libre de tu enfermedad.»

   13 Y le impuso las manos. Y al instante se enderezó, y glorificaba a Dios.

   14 Pero el jefe de la sinagoga, indignado de que Jesús hubiese hecho una curación en sábado, decía a la gente: «Hay seis días en que se puede trabajar; venid, pues, esos días a curaros, y no en día de sábado.»

   15 Replicóle el Señor: «¡Hipócritas! ¿No desatáis del pesebre todos vosotros en sábado a vuestro buey o vuestro asno para llevarlos a abrevar?

   16 Y a ésta, que es hija de Abraham, a la que ató Satanás hace ya dieciocho años, ¿no estaba bien desatarla de esta ligadura en día de sábado?»

   17 Y cuando decía estas cosas, sus adversarios quedaban confundidos, mientras que toda la gente se alegraba con las maravillas que hacía.


Palabra del Señor

 

(Mujer, quedas libre de tu enfermedad). 

 

*Me llama mucho a la atención dos gestos de amor que el Señor realiza con esta mujer que lleva 18 años enferma. El primer gesto de amor fue cuando le habla de liberarla, de quitarle la carga, que sostenía durante los 18 años. El segundo gesto de amor fue cuando les impuso sus manos para enderezarle la vida. Esto me lleva a cuestionarme ¿Qué estoy cargando en mi vida que me impide sentir la presencia del Señor? ¿Qué cosas tengo que me hacen andar doblado y que tiene que venir el Señor en mi ayuda? El Señor me hace una invitación para que no me escondo o disimulo mi enfermedad. El Señor se acerca a mí, me habla al oído me dice que soy libre y me dice que quiere imponer su mano sobre mí para enderezar mi vida. El Señor me perdona y me invita a desear que él me toque, él sabe que tengo miedo y la única manera de vencer mi miedo es con la sinceridad, siendo sincero en todo*              

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.