Lecturas de la 24º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Lunes, 14 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11,17-26.33):
Al recomendaros esto, no puedo aprobar que vuestras reuniones
causen más daño que provecho. En primer lugar, he oído que cuando se reúne
vuestra Iglesia os dividís en bandos; y en parte lo creo, porque hasta partidos
tiene que haber entre vosotros, para que se vea quiénes resisten a la prueba.
Así, cuando os reunís en comunidad, os resulta imposible comer la cena del
Señor, pues cada uno se adelanta a comerse su propia cena y, mientras uno pasa
hambre, el otro está borracho. ¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis
en tan poco a la Iglesia de Dios que humilláis a los pobres? ¿Qué queréis que
os diga? ¿Qué os apruebe? En esto no os apruebo. Porque yo he recibido una
tradición, que procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor
Jesús, en la noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción
de gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros.
Haced esto en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar,
diciendo: «Este cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto
cada vez que lo bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este
pan y bebéis del cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Así
que, hermanos míos, cuando os reunís para comer, esperaos unos a otros.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
39,7-8a.8b-9.10.17
R/. Proclamad la muerte del Señor,
hasta que vuelva
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.
R/. Proclamad la muerte del Señor,
hasta que vuelva
«Como está escrito en mi libro
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R/.
R/. Proclamad la muerte del Señor,
hasta que vuelva
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R/.
R/. Proclamad la muerte del Señor,
hasta que vuelva
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»
los que desean tu salvación. R/.
R/. Proclamad
la muerte del Señor,
hasta que vuelva
Lunes, 14 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (7,1-10):
1 Cuando hubo acabado de dirigir todas
estas palabras al pueblo, entró en Cafarnaúm.
2 Se encontraba mal y a punto de morir un
siervo de un centurión, muy querido de éste.
3 Habiendo oído hablar de Jesús, envió donde
él unos ancianos de los judíos, para rogarle que viniera y salvara a su siervo.
4 Estos, llegando donde Jesús, le suplicaban
insistentemente diciendo: «Merece que se lo concedas,
5 porque ama a nuestro pueblo, y él mismo
nos ha edificado la sinagoga.»
6 Iba Jesús con ellos y, estando ya no lejos
de la casa, envió el centurión a unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes,
porque no soy digno de que entres bajo mi techo,
7 por eso ni siquiera me consideré digno de
salir a tu encuentro. Mándalo de palabra, y quede sano mi criado.
8 Porque también yo, que soy un subalterno,
tengo soldados a mis órdenes, y digo a éste: "Vete", y va; y a otro:
"Ven", y viene; y a mi siervo: "Haz esto", y lo hace.»
9 Al oír esto Jesús, quedó admirado de él, y
volviéndose dijo a la muchedumbre que le seguía: «Os digo que ni en Israel he
encontrado una fe tan grande.»
10 Cuando los enviados volvieron a la casa,
hallaron al siervo sano.
Palabra del Señor
(«Ni en Israel he
encontrado tanta fe »).
*Hay tres cosas que debo aprender del centurión:
Primero tener amor por las personas que están con migo. Segundo pedir la
intercesión. Tercero, estar muy seguro que el Señor, es el jefe supremo. El
entendió claramente que el Señor tiene todo el dominio y el poder en esta
tierra, y que no hay nada imposible para el Señor, que él está muy por encima
de todas debilidades humanas. Primero ama, esto me cuestiona ¿Cómo es mi amor
con las personas cercanas a mí? Segundo, pide la intercesión, esto me da una
visión más clara que si existe la intercesión, que yo tengo personas claves,
que puedo pedirle que intercedan por mí, delante del Señor. Tercero que no
permita que la duda haga un nido sobre mi cabeza, que tenga confianza plena,
que el amor y la intercesión, me darán como regalo la fe*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.