Musica Para el Alma

miércoles, 23 de septiembre de 2020

JUEVES 24 DE SEPTIEMBRE NUESTRA SEÑORA DE LAS MERCEDES


 

*Lecturas para la Festividad de Nuestra Señora de las Mercedes (Para República Dominicana)*

Jueves, 24 de septiembre de 2020

Primera lectura

Lectura del profeta Jeremías (30,8-11):

   8 (Acontecerá aquel día - oráculo de Yahveh Sebaot - que romperé el yugo de sobre tu cerviz y tus coyundas arrancaré, y no te servirán más los extranjeros,

   9 sino que Israel y Judá servirán a Yahveh su Dios y a David su rey, que yo les suscitaré.)

   10 Pero tú no temas, siervo mío Jacob - oráculo de Yahveh - ni desmayes, Israel, pues mira que yo acudo a salvarte desde lejos y tu linaje del país de su cautiverio; volverá Jacob, se sosegará y estará tranquilo, y  no habrá quien le inquiete,

   11 pues contigo estoy yo - oráculo de Yahveh - para salvarte: pues acabaré con todas las naciones entre las cuales te dispersé. pero contigo no acabaré; aunque sí te corregiré como conviene, ya que impune no te dejaré.

Palabra de Dios

 

Salmo

SALMO RESPONSORIAL 125

.

 

R/. He visto la cautividad de mis hijos e hijas

y les he roto las cadenas.

 

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,

nos parecía soñar:

la boca se nos llenaba de risas,

la lengua de cantares.

 

R/. He visto la cautividad de mis hijos e hijas

y les he roto las cadenas.

 

Hasta los gentiles decían:

«El Señor ha estado grande con ellos.»

El Señor ha estado grande con nosotros,

y estamos alegres.

 

R/. He visto la cautividad de mis hijos e hijas

y les he roto las cadenas.

 

Que el Señor cambie nuestra suerte,

como los torrentes del Négueb.

Los que sembraban con lágrimas,

cosechan entre cantares.

 

R/. He visto la cautividad de mis hijos e hijas

y les he roto las cadenas.

 

Al ir, iba llorando,

llevando la semilla;

al volver, vuelve cantando,

trayendo sus gavillas.

 

R/. He visto la cautividad de mis hijos e hijas

y les he roto las cadenas.


Segunda lectura
Carta de San Pablo a los Gálatas 5, 1-2; 13-25

 

      1 Para ser libres nos libertó Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud.

      2 Soy yo, Pablo, quien os lo dice: Si os dejáis circuncidar, Cristo no os aprovechará nada.

      13 Porque, hermanos, habéis sido llamados a la libertad; sólo que no toméis de esa libertad pretexto para la carne; antes al contrario, servíos por amor los unos a los otros.

      14 Pues toda la ley alcanza su plenitud en este solo precepto: = Amarás a tu prójimo como a ti mismo. =

      15 Pero si os mordéis y os devoráis mutuamente, ¡mirad no vayáis mutuamente a destruiros!

      16 Por mi parte os digo: Si vivís según el Espíritu, no daréis satisfacción a las apetencias de la carne.

      17 Pues la carne tiene apetencias contrarias al espíritu, y el espíritu contrarias a la carne, como que son entre sí antagónicos, de forma que no hacéis lo que quisierais.

      18 Pero, si sois conducidos por el Espíritu, no estáis bajo la ley.

      19 Ahora bien, las obras de la carne son conocidas: fornicación, impureza, libertinaje,

      20 idolatría, hechicería, odios, discordia, celos, iras, rencillas, divisiones, disensiones,

      21 envidias, embriagueces, orgías y cosas semejantes, sobre las cuales os prevengo, como ya os previne, que quienes hacen tales cosas no heredarán el Reino de Dios.

      22 En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad,

      23 mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley.

      24 Pues los que son de Cristo Jesús, han crucificado la carne con sus pasiones y sus apetencias.

      25 Si vivimos según el Espíritu, obremos también según el Espíritu.


Palabra de Dios

 

Lecturas para la Festividad de Nuestra Señora de las Mercedes (Para República Dominicana)

Jueves, 24 de septiembre de 2020

Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Juan (2,1-11):

   1 Tres días después se celebraba una boda en Caná de Galilea y estaba allí la madre de Jesús.

   2 Fue invitado también a la boda Jesús con sus discípulos.

   3 Y, como faltara vino, porque se había acabado el vino de la boda, le dice a Jesús su madre: «No tienen vino.»

   4 Jesús le responde: «¿Qué tengo yo contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora.»

   5 Dice su madre a los sirvientes: = «Haced lo que él os diga.» =

   6 Había allí seis tinajas de piedra, puestas para las purificaciones de los judíos, de dos o tres medidas cada una.

   7 Les dice Jesús: «Llenad las tinajas de agua.» Y las llenaron hasta arriba.

   8 «Sacadlo ahora, les dice, y llevadlo al maestresala.» Ellos lo llevaron.

   9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, como ignoraba de dónde era (los sirvientes, los que habían sacado el agua, sí que lo sabían), llama el maestresala al novio

   10 y le dice: «Todos sirven primero el vino bueno y cuando ya están bebidos, el inferior. Pero tú has guardado el vino bueno hasta ahora.»

   11 Así, en Caná de Galilea, dio Jesús comienzo a sus señales. Y manifestó su gloria, y creyeron en él sus discípulos.

Palabra del Señor

 

(«No tienen vino.» «Haced lo que él os diga.») 

 

*Puedo ver como María tiene la mira muy bien puesta sobre los matrimonios, ella se dio cuenta que algo podría traer la tristeza a este matrimonio. Ella logra con dos palabras que todas las personas que estaban reunida celebrando este gran acontecimiento se pusieran a bendecir con alegría. Algo estuvo cerca de dañar esta gran celebración y María que siempre está pendiente de los matrimonio, va donde su hijo y le dice no tienen vino (el vino es signo de fiesta de alegría y esta alegría estuvo a punto de terminar). Siento mucha alegría porque María sabe perfectamente quien es su hijo, cuál es su misión y que él tiene el poder de trasformar cuan quien inconveniente entre las personas que se aman y se desean el bien él uno para el otro*  

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.