Viernes, 4 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (5,33-39):
33 Ellos le dijeron: «Los discípulos
de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los
fariseos, pero los tuyos comen y beben.»
34 Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer
ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?
35 Días vendrán en que les será arrebatado
el novio; entonces ayunarán en aquellos días.»
36 Les dijo también una parábola: «Nadie
rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo,
desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.
37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en
pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino
se derramaría, y los pellejos se echarían a perder;
38 sino que el vino nuevo debe echarse en
pellejos nuevos.
39 Nadie, después de beber el vino añejo,
quiere del nuevo porque dice: «El añejo es el bueno.»
Palabra del Señor
《Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el
vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos》
*Cuando estoy muy contento porque un
amigo mío, muy importante, un amigo que yo le confío todo mis, planes, mis
proyectos, mis dificultades, mis penas y mi alegría, que no hay mentiras entre
nosotros, que su alegría es mi alegría y sus penas son en mi lágrimas, si me
quitan éste amigo (que para mí es la palabra del Señor ) Cuando una situación
desgarra o aleja de mi la palabra, cuándo mi cuerpo que es un odres, ya un poco
viejo débil por el pecado, se revienta y se me pierde el vino, que es la alegría,
cuándo no siento la alegría de vivir, cuándo dejo de sentir el amor del Señor,
todo se me cae encima, otro día mas que comienza, no veo al Señor por parte, es
el tiempo de ponerme ayunar, para que sarga de mí, aquello que dejé entrar en
mí, y que se llevó toda mi alegría y el deseo de ser feliz y de vivir. El Señor
viene en mi ayuda porque él quiere hacer de mi un odres nuevo cada día, para
que su palabra que siempre es nueva, no caiga por tierra, sino que penetre muy
dentro de mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.