Lecturas de la 22º Semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Viernes, 4 de septiembre de 2020
Primera lectura
Lectura de
la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (4,1-5):
Que la gente sólo vea en nosotros servidores de Cristo y administradores de los
misterios de Dios. Ahora, en un administrador, lo que se busca es que sea fiel.
Para mí, lo de menos es que me pidáis cuentas vosotros o un tribunal humano; ni
siquiera yo me pido cuentas. La conciencia, es verdad, no me remuerde; pero
tampoco por eso quedo absuelto: mi juez es el Señor. Así, pues, no juzguéis
antes de tiempo: dejad que venga el Señor. Él iluminará lo que esconden las
tinieblas y pondrá al descubierto los designios del corazón; entonces cada uno
recibirá la alabanza de Dios.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
36,3-4.5-6.27-28.39-40
R/. El Señor es quien salva a los justos
Confía en el Señor y haz el bien,
habita tu tierra y practica la lealtad;
sea el Señor tu delicia,
y él te dará lo que pide tu corazón. R/.
R/. El Señor es quien salva a los justos
Encomienda tu camino al Señor,
confía en él, y él actuará:
hará tu justicia como el amanecer,
tu derecho como el mediodía. R/.
R/. El Señor es quien salva a los justos
Apártate del mal y haz el bien,
y siempre tendrás una casa;
porque el Señor ama la justicia
y no abandona a sus fieles. R/.
R/. El Señor es quien salva a los justos
El Señor es quien salva a los justos,
él es su alcázar en el peligro;
el Señor los protege y los libra,
los libra de los malvados
y los salva porque se acogen a él. R/.
R/. El
Señor es quien salva a los justos
Viernes, 4 de septiembre de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Lucas (5,33-39):
33 Ellos le dijeron: «Los discípulos
de Juan ayunan frecuentemente y recitan oraciones, igual que los de los
fariseos, pero los tuyos comen y beben.»
34 Jesús les dijo: «¿Podéis acaso hacer
ayunar a los invitados a la boda mientras el novio está con ellos?
35 Días vendrán en que les será arrebatado
el novio; entonces ayunarán en aquellos días.»
36 Les dijo también una parábola: «Nadie
rompe un vestido nuevo para echar un remiendo a uno viejo; de otro modo,
desgarraría el nuevo, y al viejo no le iría el remiendo del nuevo.
37 «Nadie echa tampoco vino nuevo en
pellejos viejos; de otro modo, el vino nuevo reventaría los pellejos, el vino
se derramaría, y los pellejos se echarían a perder;
38 sino que el vino nuevo debe echarse en
pellejos nuevos.
39 Nadie, después de beber el vino añejo,
quiere del nuevo porque dice: «El añejo es el bueno.»
Palabra del Señor
《Nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque el
vino revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos》
*Cuando estoy muy contento porque un
amigo mío, muy importante, un amigo que yo le confío todo mis, planes, mis
proyectos, mis dificultades, mis penas y mi alegría, que no hay mentiras entre
nosotros, que su alegría es mi alegría y sus penas son en mi lágrimas, si me
quitan éste amigo (que para mí es la palabra del Señor ) Cuando una situación
desgarra o aleja de mi la palabra, cuándo mi cuerpo que es un odres, ya un poco
viejo débil por el pecado, se revienta y se me pierde el vino, que es la alegría,
cuándo no siento la alegría de vivir, cuándo dejo de sentir el amor del Señor,
todo se me cae encima, otro día mas que comienza, no veo al Señor por parte, es
el tiempo de ponerme ayunar, para que sarga de mí, aquello que dejé entrar en
mí, y que se llevó toda mi alegría y el deseo de ser feliz y de vivir. El Señor
viene en mi ayuda porque él quiere hacer de mi un odres nuevo cada día, para
que su palabra que siempre es nueva, no caiga por tierra, sino que penetre muy
dentro de mí*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.