*Mi casa y yo serviremos al Señor*
*Oración dominical*
*Como hacer “La Oración Dominical” en familia*
1. *Reunida la familia se inicia con una oración*
2. *A continuación se lee el Evangelio del Domingo*
3. *Invitar a que comente algo sobre la lectura del Evangelio*
4. *El padre o la Madre les explica un poco la lectura del evangelio
según sus posibilidades*
5. *Luego los que desean pueden hacer una oración*
6. *Sedan un saludo de paz como signo de unión familiar*
7. *Se termina con el Padre nuestro y la avemaría*
Nota: *Tiempo de 10 a 15 minutos*
Lecturas del Domingo 14º
del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Domingo, 5 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (11,25-30):
25 En aquel tiempo, tomando Jesús la
palabra, dijo: «Yo te bendigo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
has ocultado estas cosas a sabios e inteligentes, y se las has revelado a
pequeños.
26 Sí, Padre, pues tal ha sido tu
beneplácito.
27 Todo me ha sido entregado por mi Padre, y
nadie conoce bien al Hijo sino el Padre, ni al Padre le conoce bien nadie sino
el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
28 «Venid a mí todos los que estáis
fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso.
29 Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; = y hallaréis descanso para vuestras
almas. =
30 Porque mi yugo es suave y mi carga
ligera.»
Palabra del
Señor
(“Aprended de mi”)
*Esta palabra me lleva a hacerme algunas preguntas. ¿Qué significa el
Señor para mí? ¿Qué cosas conozco yo del Señor? ¿Qué cosas he aprendido del
Señor? Cuando mi hijo estaba pequeño me empeñaba en que aprendieran a decir
(pa) (pa) y les repetía muchas veces, hasta que les salió, que alegría aquel
día para mí cuando dijeron (papa), por fin aprendieron. Y el Señor a mí me dice:
“Aprended de mi” y para aprender bien del Señor, necesito poner en práctica
tres cosas: Primero a Escuchar bien sus palabras. Segundo a Leer con mucho
cuidado la palabra para no mal interpretar algo que luego pueda hacer daño.
Tercero poner en práctica lo escuchado y lo leído. Poner en práctica las
palabras del Señor en ocasiones choca con mis intereses, y mi forma de ser, me
resultan un poco incomoda, porque me denuncia que hay muchas cosas buenas que
puedo hacer y no la hago, tengo la facilidad de hacer el bien, pero no lo hago.
Cuando mi forma de ser esta un poco distante de la palabra, empiezo a leer, me
da un sueño y comienzo a bostezar. Y es ahí donde inicia la enseñanza que el
Señor me trae por eso me dice: «Venid
a mí todos los que estáis fatigados y sobrecargados, y yo os daré descanso. Tomad
sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor nos bendiga, nos guarde de
todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
*Recuerda “La Bendición” a los hijos*