Lunes, 27 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (13,31-35):
31 Otra parábola les propuso: «El
Reino de los Cielos es semejante a un grano de mostaza que tomó un hombre y lo
sembró en su campo.
32 Es ciertamente más pequeña que cualquier
semilla, pero cuando crece es mayor que las hortalizas, y se hace árbol, hasta
el punto de que las aves del cielo vienen y anidan en sus ramas.»
33 Les dijo otra parábola: «El Reino de los
Cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer y la metió en tres medidas
de harina, hasta que fermentó todo.»
34 Todo esto dijo Jesús en parábolas a la
gente, y nada les hablaba sin parábolas,
35 para que se cumpliese el oráculo del
profeta: = Abriré en parábolas mi boca, publicaré lo que estaba oculto desde la
creación del mundo. =
Palabra del Señor
«El reino de los cielos se
parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta
para que todo fermente.»
*Algo que puedo notar de
la Levadura es que ella por sí sola no produce ningún efecto, ella necesita del
esfuerzo de otros elementos para poderse mezclar con otras materias distintas de
ella. Lo fundamenta pienso que es el esfuerzo que se hace para que ella se
pueda confundir entra los demás, al punto de desaparecer por completo, y ya
cuando ha desaparecido, hay que esperar un tiempo prudente para que todo pueda
fermentar. La Levadura para mí es, “La Palabra del Señor” que su misión es
entrar en mi corazón, en mi alma y en mi mente. Y el Espíritu Santo es ese
elemento que amasa bien La Palabra hasta que se haga totalmente una con mi
alma, y cuando llegue el tiempo prudente, ya no seré yo quien aparezca sino “La
Palabra” hecha carne en mi*.
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.