Lunes, 13 de julio de 2020
Evangelio
Lectura del
santo evangelio según san Mateo (10,34–11,1):
34 «No penséis que he venido a traer
paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada.
35 Sí, he venido a enfrentar al hombre con
su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra;
36 y enemigos de cada cual serán los que
conviven con él.
37 «El que ama a su padre o a su madre más
que a mí, no es digno de mí; el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no
es digno de mí.
38 El que no toma su cruz y me sigue detrás
no es digno de mí.
39 El que encuentre su vida, la perderá; y
el que pierda su vida por mí, la encontrará.
40 «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe,
y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado.
41 «Quien reciba a un profeta por ser
profeta, recompensa de profeta recibirá, y quien reciba a un justo por ser
justo, recompensa de justo recibirá.
42 «Y todo aquel que dé de beber tan sólo un
vaso de agua fresca a uno de estos pequeños, por ser discípulo, os aseguro que
no perderá su recompensa.»
1 Y sucedió que, cuando acabó Jesús de dar
instrucciones a sus doce discípulos, partió de allí para enseñar y predicar en
sus ciudades
Palabra del Señor
(No penséis que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a
sembrar paz, sino espadas. He venido a enemistar al hombre con su padre, a la
hija con su madre, a la nuera con su suegra)
*Esta lectura escuchada de los labios del Señor,
pareciera incomprensible, suena como a locura o demencia. Pero en realidad me
trae una muy buena enseñanza, ¿Qué busca el Señor en mí, con esta lectura? él
quiere desinstalarme de la vida que me creado, encerrándome en una farsa
paz, hago de mi casa una pequeña fortaleza, no molesto, para que no me
molesten, no corrijo para que no me corrijan, trato de mantenerme en una orilla
para que nadie me pise, porque si me pisan nadie sabe de lo que soy
capaz. En esa falsa paz mía es que el Señor tiene que sembrar una espada y
la espada del Señor es su palabra y su palabra tiene que llegar allá a los
lugar más oculto de mi vida y cuando toque esas parte oscura que existe dentro
de mí y que yo no lo sabía, la palabra encenderá en mí el amor y el deseo de
vivir en la luz*
*El
que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.