Musica Para el Alma

domingo, 7 de junio de 2020

LAS LECTURAS DEL LUNES 8 DE JUNIO 2020


La 10ª semana del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Lunes, 8 de junio de 2020
Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes (17,1-6):

En aquellos días, Elías, el tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: «¡Vive el Señor, Dios de Israel, ¡a quien sirvo! En estos años no caerá rocío ni lluvia si yo no lo mando.»
Luego el Señor le dirigió la palabra: «Vete de aquí hacia el oriente y escóndete junto al torrente Carit, que queda cerca del Jordán. Bebe del torrente y yo mandaré a los cuervos que te lleven allí la comida.»
Elías hizo lo que le mandó el Señor, y fue a vivir junto al torrente Carit, que queda cerca del Jordán. Los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y bebía del torrente.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 120

R/.
 Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra


Levanto mis ojos a los montes:
¿de dónde me vendrá el auxilio?
El auxilio me viene del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra

No permitirá que resbale tu pie,
tu guardián no duerme;
no duerme ni reposa
el guardián de Israel. R/.

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra

El Señor te guarda a su sombra,
está a tu derecha;
de día el sol no te hará daño,
ni la luna de noche. R/.

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra

El Señor te guarda de todo mal,
él guarda tu alma;
el Señor guarda tus entradas y salidas,
ahora y por siempre. R/.

R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra

Lunes, 8 de junio de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (5,1-12):

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles: «Dichosos los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos los que lloran, porque ellos serán consolados. Dichosos los sufridos, porque ellos heredarán la tierra. Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarán los Hijos de Dios. Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo, que de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.»

Palabra del Señor

*(«Dichosos los pobres en el espíritu»)*.

*Para mí no es fácil de entender esto. Dichosos los pobre de espíritu. Ciento que esta palabra me quiere decir: Que si quiero ser pobre de espíritu, tengo que aprender a desengañarme, a despegarme, de los atractivos, seducciones y placeres, que me ofrece este mundo. Este mundo de una manera u otra quiere que yo acepte como bueno y balido (Que una mujer viva en intimidad otra mujer, que un hombre viva con otro hombre, que el aborto es necesario e importante, que llegar virgen al matrimonio es algo que ya quedo en el pasado, que la fidelidad y la castidad en el matrimonio no es tan importante) Me quieren hacer ver todo eso como bueno. Todas estas cosas tienen la misión de seducirme y arrastrarme, al gran poso del pecado. Pero el Señor me muestra claramente que para ser pobre de espíritu, mi corazón debe ser totalmente libre, sin ningún tipo de atadura, si acepto al Señor en mi vida como mi único y verdadero salvado y le entrego mi alma y mi corazón, seré pobre de espíritu*.

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

*Las intenciones del papa Francisco*
*Para el mes de junio*.
*Recemos para que aquellos que sufren encuentren caminos de vida, dejándose tocar por el Corazón de Jesús*.

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.