Viernes,
VII semana de Pascua, feria
Salterio:
viernes de la tercera semana
Vísperas
Inicio
†
(Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. -Dios mío, ven en
mi auxilio.
R/. -Señor, date prisa
en socorrerme.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya
Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don, en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas, infunde
calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén.
Primer
Salmo
Salmo
134-I: Himno a Dios, realizador de maravillas
Ant: Yo,
el Señor, soy tu salvador y tu redentor. Aleluya.
Vosotros
sois... un pueblo adquirido por Dios para proclamar las hazañas del que os
llamó a salir de la tiniebla y a entrar en su luz maravillosa (1P 2,9)
Alabad el nombre del Señor,
alabadlo, siervos del Señor,
que estáis en la casa del Señor,
en los atrios de la casa de nuestro Dios.
Alabad al Señor porque es bueno,
tañed para su nombre, que es amable.
Porque él se escogió a Jacob,
a Israel en posesión suya.
Yo sé que el Señor es grande,
nuestro dueño más que todos los dioses.
El Señor todo lo que quiere lo hace:
en el cielo y en la tierra,
en los mares y en los océanos.
Hace subir las nubes desde el horizonte,
con los relámpagos desata la lluvia,
suelta los vientos de sus silos.
Él hirió a los primogénitos de Egipto,
desde los hombres hasta los animales.
Envió signos y prodigios
-en medio de ti, Egipto-
contra el Faraón y sus ministros.
Hirió de muerte a pueblos numerosos,
mató a reyes poderosos:
a Sijón, rey de los amorreos,
a Hog, rey de Basán,
y a todos los reyes de Canaán.
Y dio su tierra en heredad,
en heredad a Israel, su pueblo.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Yo,
el Señor, soy tu salvador y tu redentor. Aleluya.
Segundo
Salmo
Salmo
134-II:
Ant: Bendito
el reino que llega, el de nuestro padre David. Aleluya.
Señor, tu nombre es eterno;
Señor, tu recuerdo de edad en edad.
Porque el Señor gobierna a su pueblo
y se compadece de sus siervos.
Los ídolos de los gentiles son oro y plata,
hechura de manos humanas:
tienen boca y no hablan,
tienen ojos y no ven,
tienen orejas y no oyen,
no hay aliento en sus bocas.
Sean lo mismo los que los hacen,
cuantos confían en ellos.
Casa de Israel, bendice al Señor;
casa de Aarón, bendice al Señor;
casa de Leví, bendice al Señor;
fieles del Señor, bendecid al Señor.
Bendito en Sión el Señor,
que habita en Jerusalén.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Bendito
el reino que llega, el de nuestro padre David. Aleluya.
Cántico
NT
Apocalipsis
15, 3-4: Himno de adoración
Ant: Cantaré
al Señor, sublime es su victoria. Aleluya.
Grandes y maravillosas son tus obras,
Señor, Dios omnipotente,
justos y verdaderos tus caminos,
¡oh Rey de los siglos!
¿Quién no temerá, Señor,
y glorificará tu nombre?
Porque tú solo eres santo,
porque vendrán todas las naciones
y se postrarán en tu acatamiento,
porque tus juicios se hicieron manifiestos.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Ant: Cantaré
al Señor, sublime es su victoria. Aleluya.
Lectura
Bíblica
Ga
5,16.22-23a.25
Andad según el Espíritu y no realicéis los deseos
de la carne. El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión,
servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Si vivimos por el
Espíritu, marchemos tras el Espíritu.
V/. El Espíritu Santo.
Aleluya, aleluya.
R/. El Espíritu Santo.
Aleluya, aleluya.
V/. Será quien os lo
enseñe todo.
R/. Aleluya, aleluya.
V/. Gloria al Padre, y
al Hijo, y al Espíritu Santo.
R/. El Espíritu Santo.
Aleluya, aleluya.
Cántico
Evangélico
Ant: Todos
se dedicaban a la oración en común, junto con María, la madre de Jesús.
Aleluya.
†
(se hace la señal de la cruz mientras se comienza a
recitar)
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres-
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén
.
Ant: Todos
se dedicaban a la oración en común, junto con María, la madre de Jesús.
Aleluya.
Preces
Bendigamos a Dios Padre, que con tanta generosidad
ha derramado los dones del Espíritu sobre todos los pueblos y, pidiéndole que
no cese nunca de derramar su gracia sobre el mundo, digamos:
Que la gracia del Espíritu
Santo abunde, Señor, en el mundo
·
- Señor, tú que
hiciste a tu Elegido luz de las naciones,
abre los ojos de los ciegos y libra de toda esclavitud a los que viven en
tinieblas.
·
- Tú que ungiste a
Cristo con la fuerza del Espíritu Santo, para que realizara la salvación de los
hombres,
haz que pase de nuevo por el mundo haciendo el bien y curando a todos.
·
- Envía tu
Espíritu, luz de los corazones,
para que confirme en la fe a los que viven en medio de incertidumbres y
dudas.
·
- Envía tu
Espíritu, solaz en el trabajo,
para que reconforte a los que se sienten fatigados y desanimados.
·
- Realiza la
esperanza de los que ya se han muerto,
y haz que cuando venga Cristo obtengan una resurrección gloriosa.
Se pueden añadir algunas
intenciones libres.
Reconociendo que nuestra
fuerza para no caer en la tentación se halla en Dios, digamos confiadamente:
Padre nuestro que
estás en el cielo, santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Final
Oh Dios, que por la glorificación de Jesucristo y
la venida del Espíritu Santo nos has abierto las puertas de tu reino, haz que
la recepción de dones tan grandes nos mueva a dedicarnos con mayor empeño a tu
servicio y a vivir con mayor plenitud las riquezas de nuestra fe. Por nuestro
Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu
Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
Amén.
Si el que preside no es un ministro ordenado, o en
el rezo individual:
†
(Se hace la señal de la cruz mientras se dice:)
V/. El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R/. Amén.