Musica Para el Alma

domingo, 26 de abril de 2020

LAS LECTURAS DEL LUNES 27 DE ABRIL 2020


Lecturas de la 3º Semana de Pascua - Ciclo A
Lunes, 27 de abril de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,8-15):

EN aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba.
Entonces indujeron a unos que asegurasen:
«Le hemos oído palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios».
Alborotaron al pueblo, a los ancianos y a los escribas, y, viniendo de improviso, lo agarraron y lo condujeron al Sanedrín, presentando testigos falsos que decían:
«Este individuo no para de hablar contra el Lugar Santo y la Ley, pues le hemos oído decir que ese Jesús el Nazareno destruirá este lugar y cambiará las tradiciones que nos dio Moisés».
Todos los que estaban sentados en el Sanedrín fijaron su mirada en él y su rostro les pareció el de un ángel.

Palabra de Dios

Salmo
Sal 118,23-24.26-27.29-30

R/.
 Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Aunque los nobles se sienten a murmurar de mí,
tu siervo medita tus decretos;
tus preceptos son mi delicia,
tus enseñanzas son mis consejeros. R/.

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Te expliqué mi camino, y me escuchaste:
enséñame tus mandamientos;
instrúyeme en el camino de tus mandatos,
y meditaré tus maravillas. R/.

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Apártame del camino falso,
y dame la gracia de tu ley;
escogí el camino verdadero,
deseé tus mandamientos. R/.

R/. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor

Lunes, 27 de abril de 2020
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (6,22-29):

Después de que Jesús hubo saciado a cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el mar. Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar notó que allí no había habido más que una barca y que Jesús no había embarcado con sus discípulos, sino que sus discípulos se habían marchado solos. Entretanto, unas barcas de Tiberíades llegaron cerca del sitio donde habían comido el pan después que el Señor había dado gracias. Cuando la gente vio que ni Jesús ni sus discípulos estaban allí, se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.
Al encontrarlo en la otra orilla del lago, le preguntaron: «Maestro, ¿cuándo has venido aquí?». Jesús les contestó: «En verdad, en verdad os digo: me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros. Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna, el que os dará el Hijo del hombre; pues a este lo ha sellado el Padre, Dios». Ellos le preguntaron: «Y, ¿qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?». Respondió Jesús:
«La obra de Dios es esta: que creáis en el que él ha enviado».

Palabra del Señor

*(Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna)*. 

*El Señor me conoce muy bien, me invita a que busque trabajo, que me deje de estar mendigando y de estar pidiendo. Me invita a que pueda trabajar por el alimento que perdura. Para mi ese alimento es el Amor que no pide nada a cambio, el amor que se dona sin interés. El Señor sabe que el amor que busco es un amor de intercambio, yo te quiero para que tú me quieras, no hablo mal de ti para que tú no hables mal de mí, al final ese amor lo único que me hace es sufrir. El Señor me invita por mi propio bien, a que trabaje por el alimento que perdura que nunca se acaba, que es infinito, el amor que es eterno, como el me ama a mí, al punto que él, le pide a su padre que donde él está que yo pueda estar también*.  

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.

R. Amén.