Vísperas
Oración de la tarde
SALUDO INICIAL
V. Dios
mío, ven en mi auxilio.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
R. Señor date prisa en socorrerme. Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. Aleluya.
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HIMNO
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SALMODIA
Ant. 1. Que el
Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Salmo 126
Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los albañiles;
si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas.
Es inútil que madruguéis, que veléis hasta muy tarde,
los que coméis el pan de vuestros sudores:
¡Dios lo da a sus amigos mientras duermen!
La herencia que da el Señor son los hijos;
una recompensa es el fruto de las entrañas;
son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza.
una recompensa es el fruto de las entrañas;
son saetas en mano de un guerrero los hijos de la juventud.
Dichoso el hombre que llena con ellas su aljaba:
no quedará derrotado cuando litigue con su adversario en la plaza.
Ant. 1. Que el
Señor nos construya la casa y nos guarde la ciudad.
Ant. 2. Los que
sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Salmo 125
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos."
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos."
El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres.
Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Los que sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando, llevando la semilla;
al volver, vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Ant. 2. Los que
sembraban con lágrimas cosechan entre cantares.
Ant. 3. Él es el
primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
Cántico
Col. 1,12-20
Col. 1,12-20
Damos gracias a Dios Padre, que nos ha hecho capaces de compartir
la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de lo pecados.
y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido,
por cuya sangre hemos recibido la redención, el perdón de lo pecados.
Él es imagen de Dios invisible, primogénito de toda creatura;
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
las celestes y terrestres, visibles e invisibles,
tronos, dominaciones, principados, potestades;
todo fue creado por él y para él.
pues por medio de él fueron creadas todas las cosas:
las celestes y terrestres, visibles e invisibles,
tronos, dominaciones, principados, potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo, y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Él es también la cabeza del cuerpo de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos,
y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda plenitud.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres,
así del cielo como de la tierra.
Y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas:
haciendo la paz por la sangre de su cruz con todos los seres,
así del cielo como de la tierra.
Ant. 3. Él es el
primogénito de toda creatura, es el primero en todo.
LECTURA BREVE
(Ef. 3,29-21)
(Ef. 3,29-21)
A aquel que tiene sumo poder para hacer muchísimo más de lo que
pedimos o pensamos, con la energía que obra en nosotros, a él la gloria en la
Iglesia y en Cristo Jesús, en todas las generaciones por los siglos de los
siglos. Amén.
RESPONSORIO BREVE
V. Sálvame,
Señor, y ten misericordia de mí.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
V. No arrebates mi alma con los pecadores.
R. Ten misericordia de mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
V. No arrebates mi alma con los pecadores.
R. Ten misericordia de mí.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Sálvame, Señor, y ten misericordia de mí.
CÁNTICO EVANGÉLICO
Ant. El
Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo.
PRECES
Invoquemos a Dios, que envió a su Hijo como salvador y modelo
supremo de su pueblo, diciendo:
Que tu pueblo, Señor, te alabe.
- Te damos gracias, Señor, porque nos has escogido como primicias
para la salvación; haz que sepamos corresponder y así logremos la gloria de
nuestro Señor Jesucristo.
- Haz que todos los que confiesan tu santo nombre sean concordes en la verdad y vivan unidos por la caridad.
- Creador del universo, cuyo Hijo, al venir a este mundo, quiso trabajar con sus propias manos:acuérdate de los trabajadores que ganan el pan con el sudor de su rostro.
- Acuérdate también de todos lo que viven entregados al servicio de los demás; que no se dejen vencer por el desaliento ante la incomprensión de los hombres.
- Ten piedad de nuestros hermanos difuntos y líbralos del poder del Maligno.
- Haz que todos los que confiesan tu santo nombre sean concordes en la verdad y vivan unidos por la caridad.
- Creador del universo, cuyo Hijo, al venir a este mundo, quiso trabajar con sus propias manos:acuérdate de los trabajadores que ganan el pan con el sudor de su rostro.
- Acuérdate también de todos lo que viven entregados al servicio de los demás; que no se dejen vencer por el desaliento ante la incomprensión de los hombres.
- Ten piedad de nuestros hermanos difuntos y líbralos del poder del Maligno.
Se pueden añadir algunas intenciones libres.
Llenos de fe invoquemos juntos al Padre común, repitiendo la
oración que Jesús nos enseñó: Padre
nuestro...
ORACION
Llegue a sus oídos, Señor, la voz suplicante de tu Iglesia a fin
de que, conseguido el perdón de nuestros pecados, con tu ayuda podamos
CONCLUSIÓN
V. El Señor
nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
R. Amén.