Lecturas
del Viernes de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario
07 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo Evangelio según san Lucas (16,1-8)*
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
«Había una vez un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado
ante él de haberle malgastado sus bienes. Lo llamó y le dijo: «¿Es cierto lo
que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu trabajo, porque en adelante ya no
serás administrador.» Entonces el administrador se puso a pensar: «¿Qué voy a
hacer ahora que me quitan el trabajo? No tengo fuerzas para trabajar la tierra
y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer, para tener a alguien
que me reciba en su casa, cuando me despidan.» Entonces fue llamando uno por
uno a los deudores de su amo. Al primero le preguntó: «¿Cuánto le debes a mi amo?»
El hombre respondió: «Cien barriles de aceite.» El administrador le dijo: «Toma
tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta.» Luego preguntó al siguiente:
«Y tú, ¿cuánto debes?» Éste respondió: «Cien sacos de trigo.» El administrador
le dijo: «Toma tu recibo y haz otro por ochenta.» El amo tuvo que reconocer que
su mal administrador había procedido con habilidad. Pues los que pertenecen a
este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz».
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus
negocios que los que pertenecen a la luz»).
*Cuando utilizamos la astucia mal
intencionada, siempre lleva como amigo al maligno que busca como fingir,
mentir, engañar, para logran un beneficio personal. Es muy distinto cuando
usamos la astucia para vivir como hijos de la luz. Como hijos de la luz somos
iluminados por la palabra de Dios, motivado por su Hijo Jesucristo, guiados por
la gracia del Espíritu Santo. Tenemos un llamado especial de vivir en el amor,
la caridad y la justicia entre las personas, especialmente con los pobres, los
enfermos, los ancianos, y todos aquellos que a través de nosotros le debe
llegar la palabra de Dios. Somos hijos de la luz significa que todos los días
tenemos que rechazar el poder de nuestro enemigo el diablo, y elegir seguir
nuestra vida, bajo la luz de nuestro hermano y amado Cristo Jesús, para que
siga brillando la luz del evangelio*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
