Lecturas
del Sábado de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
15 Nov 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (18,14-16;19,6-9):
Un silencio sereno lo envolvía todo, y, al
mediar la noche su carrera, tu palabra todopoderosa se abalanzó, como paladín
inexorable, desde el trono real de los cielos al país condenado; llevaba la
espada afilada de tu orden terminante; se detuvo y lo llenó todo de muerte; pisaba
la tierra y tocaba el cielo. Porque la creación entera, cumpliendo tus órdenes,
cambió radicalmente de naturaleza, para guardar incólumes a tus hijos. Se vio
la nube dando sombra al campamento, la tierra firme emergiendo donde había
antes agua, el mar Rojo convertido en camino practicable y el violento oleaje
hecho una vega verde; por allí pasaron, en formación compacta, los que iban
protegidos por tu mano, presenciando prodigios asombrosos. Retozaban como
potros y triscaban como corderos, alabándote a ti, Señor, su libertador.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 104,2-3.36-37.42-43
R/. Recordad las maravillas que
hizo el Señor
Cantadle al son de instrumentos,
hablad de sus maravillas;
gloriaos de su nombre santo,
que se alegren los que buscan al Señor. R/.
Hirió de muerte a los primogénitos del país,
primicias de su virilidad.
Sacó a su pueblo cargado de oro y plata,
y entre sus tribus nadie tropezaba. R/.
Porque se acordaba de la palabra sagrada
que había dado a su siervo Abrahán,
sacó a su pueblo con alegría,
a sus escogidos con gritos de triunfo. R/.
Lecturas
del Sábado de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario
15 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (18,1-8)*
En aquel tiempo, Jesús, para explicar a sus
discípulos cómo tenían que orar siempre sin desanimarse, les propuso esta
parábola: «Había un juez en una ciudad que ni temía a Dios ni le importaban los
hombres. En la misma ciudad había una viuda que solía ir a decirle: «Hazme
justicia frente a mi adversario.» Por algún tiempo se negó, pero después se
dijo: «Aunque ni temo a Dios ni me importan los hombres, como esta viuda me
está fastidiando, le haré justicia, no vaya a acabar pegándome en la cara.»»
Y el Señor añadió: «Fijaos en lo que dice el juez injusto; pues Dios, ¿no hará
justicia a sus elegidos que le gritan día y noche?; ¿o les dará largas? Os digo
que les hará justicia sin tardar. Pero, cuando venga el Hijo del hombre,
¿encontrará esta fe en la tierra?»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pues Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos
que le gritan día y noche?)
*Jesús maestro en muchas ocasiones decía a sus
discípulos parábolas para enseñarles la necesidad de estar siempre cerca de la
oración. Orar es una gracia que nos permite estar pendiente de la cercanía de
Dios Padre, en nuestra vida. Este juez que ni temía a Dios, ni le importaban
los hombres, sentía miedo de una viuda indefensa le exigía “Hazme justicia
frente a mi adversario”. Es buen momento de preguntarnos ¿Cuáles son nuestros
adversarios? Sabiendo que adversario, es quien se opone a nosotros, sabemos que
satanás es nuestro adversario, porque él está totalmente opuesto a que
nosotros, hagamos la voluntad de Dios. Es por eso que Jesús buen pastor nos
invita a estar vigilantes porque nuestro enemigo o adversario busca siempre la
manera de distáncianos del rebaño de Dios, para que seamos su presa y hacer de
nosotros lo que él quiera. Jesús nuestro defensor, nos llama a estar siempre
alerta día y noche en la oración, pues el mismo Dios y Padre, nos hará justicia
porque somos sus elegidos, clamemos, pidamos y llamemos ante él, día y noche,
porque el Dios, que creo el cielo y la tierra, nos hará justicia sin tardar.
Trabajemos, oremos, tengamos fe y dejemos que sea Dios quien se preocupe de
nosotros*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
