Lecturas
de la Dedicación de la Basílica de Letrán
09 Nov 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Juan (2,13-22)*
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús
subió a Jerusalén.
Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los
cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del
templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó
las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no
convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me
devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras
para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo,
¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los
muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la
Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero él hablaba del templo de su cuerpo).
*La Pascua es la fiesta más grande
que existe sobre la tierra. El templo es un lugar sumamente sagrado, también mi
cuerpo es un templo, es un lugar sagrado, es por eso que Jesús, tiene que usar
de su autoridad sobre mí, para el cuidado de mi cuerpo. Jesús hace un azote y
lo usa contra mí, y con toda razón, porque en muchas ocasiones he tomado mi
cuerpo que es templo del Espíritu Santo, y lo he usado para cosas que no están bien.
Jesús con el látigo de su palabra golpea mi corazón, para poderlo salvar. A Jesús
le duelen más esos latigazos más que a mí; es como una madre cuando tiene que corregir
a su niño pequeño, ella le corrige con dureza, pero su corazón esta su friendo,
pero tiene que hacerlo por el bien del niño. Estas palabras del Señor me están ayudando
y por todos los beneficios que he recibido gracias a las correcciones del Señor,
puedo decir: Me estuvo a bien el sufrir, porque así estoy aprendiendo a
obedecer, y estoy experimentando muchas victorias frente a esos enemigos de mi
cuerpo, que buscan mi muerte*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.
