Musica Para el Alma

sábado, 8 de noviembre de 2025

JUAN 2,13-22 CICLO C


 

Lecturas de la Dedicación de la Basílica de Letrán

09 Nov 2025

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Juan (2,13-22)*

 

Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén.
Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Pero él hablaba del templo de su cuerpo).

*La Pascua es la fiesta más grande que existe sobre la tierra. El templo es un lugar sumamente sagrado, también mi cuerpo es un templo, es un lugar sagrado, es por eso que Jesús, tiene que usar de su autoridad sobre mí, para el cuidado de mi cuerpo. Jesús hace un azote y lo usa contra mí, y con toda razón, porque en muchas ocasiones he tomado mi cuerpo que es templo del Espíritu Santo, y lo he usado para cosas que no están bien. Jesús con el látigo de su palabra golpea mi corazón, para poderlo salvar. A Jesús le duelen más esos latigazos más que a mí; es como una madre cuando tiene que corregir a su niño pequeño, ella le corrige con dureza, pero su corazón esta su friendo, pero tiene que hacerlo por el bien del niño. Estas palabras del Señor me están ayudando y por todos los beneficios que he recibido gracias a las correcciones del Señor, puedo decir: Me estuvo a bien el sufrir, porque así estoy aprendiendo a obedecer, y estoy experimentando muchas victorias frente a esos enemigos de mi cuerpo, que buscan mi muerte*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.