Lecturas
del Lunes de la XXIX Semana del Tiempo Ordinario
20 Oct 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (12,13-21)*
En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús:
«Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le contestó: «Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?»
Y dijo a la gente: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno
ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»
Y les propuso una parábola: «Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a
echar cálculos: «¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.» Y se dijo:
«Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y
almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí
mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y
date buena vida.» Pero Dios le dijo: «Necio, esta noche te van a exigir la
vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?» Así será el que amasa riquezas
para sí y no es rico ante Dios.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Guardaos de toda clase de codicia. Pues,
aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.»).
*Siempre me he pensado en la
codicia como algo que tiene que ver con los bienes materiales. Y cuando dejo
que esta palabra haga un recorrido por toda mi vida, me he quedado sorprendido,
cuantas cosas feas dentro de mí, cuanta codicia disfrazada, (en muchas
ocasiones quiero lo mejor para mí) (en ocasiones he pensado dentro de mí, si mi
condición económica fuera como la de tal persona, mi situación seria distinta)
(si mi carro fuera como el de fulano) (si mi casa fuera como la de fulana) (si
yo pudiera ser como tal persona). El Señor me invita a codiciar las cosas de
arriba, donde esta él, sentado a la derecha de Dios, que ponga todo mi esfuerzo
en aspirad y codiciar las cosas del cielo, no la de la tierra. Jesús maestro me invita a que le dé permiso al Espíritu
Santo, para que entre de una vez y para siempre en mi vida. El Señor me invita
a confiar en el Espíritu Santo, que me puede ayudar a cuidarme de toda clase codicia*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.