Lecturas
del Miércoles de la XXIII Semana del Tiempo Ordinario
10 Sep 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (6,20-26)*
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos
hacia sus discípulos, les dijo: «Dichosos los pobres, porque vuestro es el
reino de Dios. Dichosos los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Dichosos los que ahora lloráis, porque reiréis. Dichosos
vosotros, cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y
proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos
ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo.
Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros,
los ricos!, porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora
estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de los que ahora reís!, porque
haréis duelo y lloraréis. ¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es
lo que hacían vuestros padres con los falsos profetas.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Bienaventurados
seréis cuando os odien, os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre
como malo, por causa del Hijo del hombre).
*Dichosos cuando me odien los hombres,
y cuando me excluyan, y me insulten, y proscriban mi nombre como infame, por
causa del Hijo del hombre. Las Bienaventuranzas quieren decir: Afortunados y felices
los que tienen gravado en su interior el código Sagrado del amor, y lo tienen
gravado dentro del corazón como un tatuaje. Las bienaventuranzas lo que buscan es
mantenerme mi vida, mis fuerzas y mi mente cerca del corazón de Dios. Cuando hago
mías estas palabras, puedo experimentar que mi vida se siente arrastrada por
amor a las cosas buenas, todo lo que no le agrada al Señor se aleja de mí. Vivir
dentro de esta palabra es tener los pies en la tierra y la cabeza en el cielo,
en la tierra tendré sufrimientos, y la cabeza en el cielo me permite vivir con esperanza
en medio de los sufrimientos. El Señor con las bienaventuranzas me invita a ser
como la brisa suave y refrescante, que pasa alrededor de las personas, les hace
sentir alegre y al mismo tiempo les llena de vida, las acaricias con su
suavidad, se deja sentir, pero nadie le ve, ni le puede tocar*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.