Lecturas
del Jueves de la XXV Semana del Tiempo Ordinario
25 Sep 2025
Primera Lectura
Comienzo de la profecía de Ageo (1,1-8):
El año segundo del rey Darío, el mes sexto, el
día primero, vino la palabra del Señor, por medio del profeta Ageo, a
Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judea, y a Josué, hijo de Josadak,
sumo sacerdote: «Así dice el Señor de los ejércitos: Este pueblo anda diciendo:
«Todavía no es tiempo de reconstruir el templo.»»
La palabra del Señor vino por medio del profeta Ageo: «¿De modo que es tiempo
de vivir en casas revestidas de madera, mientras el templo está en ruinas? Pues
ahora –dice el Señor de los ejércitos– meditad vuestra situación: sembrasteis
mucho, y cosechasteis poco, comisteis sin saciaros, bebisteis sin apagar la
sed, os vestisteis sin abrigaros, y el que trabaja a sueldo recibe la paga en
bolsa rota. Así dice el Señor: Meditad en vuestra situación: subid al monte,
traed maderos, construid el templo, para que pueda complacerme y mostrar mi
gloria –dice el Señor–.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal 149,1-2.3-4.5-6a.9b
R/. El Señor ama a su pueblo
Cantad al Señor un cántico nuevo,
resuene su alabanza en la asamblea de los fieles;
que se alegre Israel por su Creador,
los hijos de Sión por su Rey. R/.
Alabad su nombre con danzas,
cantadle con tambores y cítaras;
porque el Señor ama a su pueblo
y adorna con la victoria a los humildes. R/.
Que los fieles festejen su gloria
y canten jubilosos en filas:
con vítores a Dios en la boca;
es un honor para todos sus fieles. R/.
Lecturas del Jueves de la XXV
Semana del Tiempo Ordinario
25 Sep 2025
Evangelio de hoy
*Lectura del santo evangelio según san Lucas (9,7-9)*
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no
sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que
había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos
profetas.
Herodes se decía: «A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es éste de quien oigo
semejantes cosas?»
Y tenía ganas de ver a Jesús.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(¿Quién
es éste de quien oigo semejantes cosas?» Y tenía ganas de ver a Jesús).
*Tener ganas de ver a Jesús, no es suficiente para
una vida de fe. No basta con querer acercarme a Jesús, si no tengo ningún propósito
de cambio, porque en mi corazón lo único que existe es curiosidad. La vida y la forma de actuar de Jesús, tiene que provocar en mí,
una motivación natural que me impulse a desear y querer ese estilo de vida. La motivación
de tener un encuentro con Jesús en mi vida, me hace descubrir lo importante de
tener fe. Jesús me invita a descubrir que la
vida y la fe, no es un juego. La buena noticia para mí, es saber y descubrir lo
importante que es la fe. Porque es atreves de la fe, como podré llegar a un
encuentro real y personal con el Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.