Lecturas
del Sábado de la XX Semana del Tiempo Ordinario
23 Ago 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de Rut (2,1-3.8-11;4,13-17):
Noemí tenía, por parte de su marido, un
pariente de muy buena posición, llamado Boaz, de la familia de Elimelec.
Rut, la moabita, dijo a su suegra Noemí: «Déjame ir al campo, a espigar donde
me admitan por caridad.»
Noemí le respondió: «Anda, hija.»
Ella marchó y fue a espigar en las tierras, siguiendo a los segadores. Fue a
una de las tierras de Boaz, de la familia de Elimelec.
Boaz dijo a Rut: «Escucha, hija. No vayas a espigar a otra parte, no te vayas
de aquí ni te alejes de mis tierras. Fíjate en qué tierra siegan los hombres y
sigue a las espigadoras. Dejo dicho a mis criados que no te molesten. Cuando
tengas sed, vete donde los botijos y bebe de lo que saquen los criados.»
Rut se echó, se postró ante él por tierra y le dijo: «Yo soy una forastera;
¿por qué te he caído en gracia y te has interesado por mí?»
Boaz respondió: «Me han contado todo lo que hiciste por tu suegra después que
murió tu marido: que dejaste a tus padres y tu pueblo natal y has venido a
vivir con gente desconocida.»
Así fue como Boaz se casó con Rut. Se unió a ella; el Señor hizo que Rut
concibiera y diese a luz un hijo.
Las mujeres dijeron a Noemí: «Bendito sea Dios, que te ha dado hoy quien
responda por ti. El nombre del difunto se pronunciará en Israel. Y el niño te
será un descanso y una ayuda en tu vejez; pues te lo ha dado a luz tu nuera, la
que tanto te quiere, que te vale más que siete hijos.»
Noemi tomó al niño, lo puso en su regazo y se encargó de criarlo.
Las vecinas le buscaban un nombre, diciendo: «¡Noemí ha tenido un niño!»
Y le pusieron por nombre Obed. Fue el padre de Jesé, padre de David.
Palabra de Dios
Salmo
Sal 127,1-2.3.4.5
R/. Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor
Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien. R/.
Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa. R/.
Ésta es la bendición del hombre
que teme al Señor. R/.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida. R/.
Lecturas
del Sábado de la XX Semana del Tiempo Ordinario
23 Ago 2025
Evangelio de hoy
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,1-12)*
En aquel tiempo, Jesús habló a la gente y a
sus discípulos, diciendo: «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas
y los fariseos: haced y cumplid lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos
hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Ellos lían fardos pesados e
insoportables y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están
dispuestos a mover un dedo para empujar. Todo lo que hacen es para que los vea
la gente: alargan las filacterias y ensanchan las franjas del manto; les gustan
los primeros puestos en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas;
que les hagan reverencias por la calle y que la gente los llame maestros.
Vosotros, en cambio, no os dejéis llamar maestro, porque uno solo es vuestro
maestro, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en
la tierra, porque uno solo es vuestro Padre, el del cielo. No os dejéis llamar
consejeros, porque uno solo es vuestro consejero, Cristo. El primero entre
vosotros será vuestro servidor. El que se enaltece será humillado, y el que se
humilla será enaltecido.»
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Haced, pues, y observad todo lo que os digan; pero no imitéis su
conducta, porque dicen y no hacen)
*En este evangelio se menciona: La Cátedra de Moisés, este lugar se refiere a la posición,
a la autoridad para enseñar, para interpretar la Ley de Dios. La Catedra estaba
ocupada por los escribas y fariseos. Jesús el maestro de maestro sabe cómo ellos actúan, es por eso que
les dice a sus discípulos: hagan y cumplan todo lo que les digan; pero no hagan
lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen. Somos discípulos de Jesús,
y como discípulos nuestro deber es vivir de la misma forma que vivió Jesús. Jesús
con sus palabras, nos motiva y nos instruye a llevar una vida en la voluntad de
Dios, Jesús siempre estaba atento de los enfermos, de los necesitados, de los huérfanos,
de las viudas y de los niños. Jesús también a nosotros nos invita a vivir de
una manera sencillas, sin tratar de aparentar, buscando siempre el último
puesto. Y si algún día aspiramos a un puesto, que ese puesto sea el de servir a
los demás, cuando servimos a todos con amor, estamos haciendo presente, a Jesús
nuestro maestro*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.