Lecturas
y Evangelio del Miércoles Santo
16 Abr 2025
Primera Lectura
Lectura del libro de Isaías (50,4-9a):
Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado,
para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el
oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído; yo no
resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las
mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni
salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí
el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado. Tengo cerca a mi
defensor, ¿quién pleiteará contra mí? Comparezcamos juntos. ¿Quién tiene algo
contra mí? Que se me acerque. Mirad, el Señor me ayuda, ¿quién me condenará?
Palabra de Dios
Salmo
Sal 68,8-10.21-22.31.33-34
R/. Señor, que me escuche tu gran bondad el día de tu favor
Por ti he aguantado afrentas,
la vergüenza cubrió mi rostro.
Soy un extraño para mis hermanos,
un extranjero para los hijos de mi madre;
porque me devora el celo de tu templo,
y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. R/.
La afrenta me destroza el corazón, y
desfallezco.
Espero compasión, y no la hay;
consoladores, y no los encuentro.
En mi comida me echaron hiel,
para mi sed me dieron vinagre. R/.
Alabaré el nombre de Dios con cantos,
proclamaré su grandeza con acción de gracias.
Miradlo, los humildes, y alegraos,
buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón.
Que el Señor escucha a sus pobres,
no desprecia a sus cautivos. R/.
Lecturas
y Evangelio del Miércoles Santo
16 Abr 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (26,14-25)*
En aquel tiempo, uno de los Doce, llamado
Judas Iscariote, a los sumos sacerdotes y les propuso: «¿Qué estáis dispuestos
a darme, si os lo entrego?»
Ellos se ajustaron con él en treinta monedas. Y desde entonces andaba buscando
ocasión propicia para entregarlo.
El primer día de los Ázimos se acercaron los discípulos a Jesús y le
preguntaron: «¿Dónde quieres que te preparemos la cena de Pascua?»
Él contestó: «ld a la ciudad, a casa de Fulano, y decidle: «El Maestro dice: Mi
momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con mis discípulos.»»
Los discípulos cumplieron las instrucciones de Jesús y prepararon la Pascua. Al
atardecer se puso a la mesa con los Doce.
Mientras comían dijo: «Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.»
Ellos, consternados, se pusieron a preguntarle uno tras otro: «¿Soy yo acaso,
Señor?»
Él respondió: «El que ha mojado en la misma fuente que yo, ése me va a
entregar. El Hijo del hombre se va, como está escrito de él; pero, ¡ay del que
va a entregar al Hijo del hombre!; más le valdría no haber nacido.»
Entonces preguntó Judas, el que lo iba a entregar: «¿Soy yo acaso, Maestro?»
Él respondió: «Tú lo has dicho.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
"El
Maestro dice: Mi momento está cerca; deseo celebrar la Pascua en tu casa con
mis discípulos."
*En esta Semana Santa, estamos invitados a caminar
cerca de Jesús; fijemos nuestra mirada en él y no lo dejemos solo, vamos
acompañarlo en su sufrimiento y en su dolor; dejemos que su mirada este muy
cerca de nosotros, para que pueda vernos tal cual como somos. No tenemos que
mostrarle una cara valiente y llevar una doble vida, para que él pueda decirnos
en donde se ha sentido decepcionados, olvidados tal vez, e incluso,
traicionados, por la forma de tratarnos. Evitemos quedarnos atorados en nuestra
falta de amor, aprendamos de su corazón, que en los momentos tristes, nos da
ánimo, nos estimula a seguir, nos invita a la unidad. El Señor quiere celebrar
con nosotros, es por eso que nos lleva siempre por el camino de la verdad y nos
hace reconocer cual es nuestra misión, dentro de su alegría, en medio de su
dolor y de su sufrimiento y siempre nos invitas a seguirle de manera libre*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.