Lecturas
y Evangelio del Miércoles de Ceniza
05 Mar 2025
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo (6,1-6.16-18)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos
por ellos; de lo contrario no tenéis recompensa de vuestro Padre celestial.
Por tanto, cuando hagas limosna, no mandes tocar la trompeta ante ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles para ser honrados por la
gente; en verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace
tu derecha; así tu limosna quedará en secreto y tu Padre, que ve en lo secreto,
te recompensará.
Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta orar de pie en
las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vean los hombres.
En verdad os digo que ya han recibido su recompensa.
Tú, en cambio, cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu
Padre, que está en lo secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo
recompensará.
Cuando ayunéis, no pongáis cara triste, como los hipócritas que desfiguran sus
rostros para hacer ver a los hombres que ayunan. En verdad os digo que ya han
recibido su paga.
Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu
ayuno lo note, no los hombres, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu
Padre, que ve en lo escondido, te recompensará».
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Tú, en cambio, cuando ores,
entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto,
y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo recompensará).
*Este
tiempo Sagrado Dios a través de su hijo amado me está invitando a una relación
personal basada en el amor y el perdón, y que sea cada vez más profunda. Esta
relación posee una cualidad secreta: Que se llama sinceridad, porque nadie más
conoce lo que sucede dentro que el mismo Dios. Mi oración se vuelve viva cuando
comprendo que Dios, realmente me observa, está cerca de mí, se alegra conmigo y
dialoga conmigo. ¡Dios quiere que tengamos una relación única y verdadera! Me
tomará mucho tiempo o toda una vida para asumir en todo mí ser que soy amado por Dios. Dios me
ama tal como si fuera su único hijo, como dice San Agustín: Cuando yo asuma
esta verdad, mi oración será un encuentro de amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.