Musica Para el Alma

martes, 28 de enero de 2025

MARCOS 4,1-20 CICLO C


 

Lecturas del Miércoles de la III Semana del Tiempo Ordinario

29 Ene 2025

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Marcos (4,1-20)*

 

En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: «Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»
Y añadió: «El que tenga oídos para oír, que oiga.»
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas.
Él les dijo: «A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.»
Y añadió: «¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno.»

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

*(Salió el sembrador a sembrar)*.

*El Señor dejo caer semilla en lugares que parasen imposible. También puedo ver que todos los terrenos tenían cierta capacidad de acoger la semilla, y aunque sea por poco tiempo les produjo cierta alegría a esos lugares. La semilla es La Palabra De Dios, el que riega la semilla es Jesús el Hijo de Dios y los lugares donde caen esas semillas son los distintos estados de ánimo donde muchas veces se encuentra nuestra vida en el día a día. Y la buena tierra esta mesclada íntimamente con la gracia de la Santa  Voluntad de Dios, esta santa voluntad, tiene todo el poder de hacer germinar la semilla y ponerla a producir, para que pueda dar muchos frutos; que todos los frutos sean buenos, solo dependerán de la gracia y de la misericordia de Dios*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.