*Las lecturas del domingo 02
Jun 2024, de la semana IX del tiempo ordinario ciclo B*
*Del santo
Evangelio según san Marcos: 2, 23-3, 6*
Un sábado, Jesús iba
caminando entre los sembrados, y sus discípulos comenzaron a arrancar espigas
al pasar. Entonces los fariseos le preguntaron: "¿Por qué hacen tus
discípulos algo que no está permitido hacer en sábado?".
Él les respondió: "¿No han leído acaso lo que hizo David una vez que tuvo
necesidad y padecían hambre él y sus compañeros? Entró en la casa de Dios, en
tiempos del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes sagrados, que sólo
podían comer los sacerdotes, y les dio también a sus compañeros".
Luego añadió Jesús: "El sábado se hizo para el hombre, y no el hombre para
el sábado. Y el Hijo del hombre también es dueño del sábado".
Entró Jesús en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano.
Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poder
acusarlo. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en
medio". Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en
sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o
hay que dejarlo morir?". Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos
con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre:
"Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana.
Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del
partido de Herodes, para matar a Jesús.
Palabra del
Señor.
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Sucedió
que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras
caminaban, iban arrancando espigas).
*Cuando
el Señor, toma la decisión de atravesar por nuestra vida, es porque él sabe que
hay fruto en nosotros, Jesús pasa por nuestra vida sin pedirnos permiso. Si el
Señor, está atravesando por nuestra vida, tenemos que tener claro que él, tiene
que pisar y aplastar algunos lugares dentro de nosotros que necesitan ser
frenado para nuestro bien; y esos acompañantes de Jesús, son los encargados de
arrancar algunas espigas o frutos, para saber si los frutos que estamos
produciendo son agradables y de buena calidad para los demás. Es normal que le
reclamemos al Señor, que no pase por algunos lugares de nuestra vida, porque
tenemos miedo de perder lo que por nuestras fuerzas nosotros mismo hemos creado
y Jesús manda personas que son sus discípulos para que los arranquen. Hemos
construido leyes en nuestra vida, que nos distancian de Jesús y es el mismo
Jesús quien viene y tiene que destruirlas para nuestro bien, porque nada puede
estar en esta vida arriba de nuestro Dios y Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.