*Lecturas
del Lunes de la 1ª semana de Adviento*
Lunes,
2 diciembre de 2024
Primera
lectura
Lectura
del libro de Isaías (2,1-5):
Visión de Isaías, hijo de Amós, acerca de Judá y de
Jerusalén.
En los días futuros estará firme
el monte de la casa del Señor,
en la cumbre de las montañas,
más elevado que las colinas.
Hacia él confluirán todas las naciones,
caminarán pueblos numerosos y dirán:
«Venid, subamos al monte del Señor,
a la casa del Dios de Jacob.
Él nos instruirá en sus caminos
y marcharemos por sus sendas;
porque de Sión saldrá la ley,
la palabra del Señor de Jerusalén».
Juzgará entre las naciones,
será árbitro de pueblos numerosos.
De las espadas forjarán arados,
de las lanzas, podaderas.
No alzará la espada pueblo contra pueblo,
no se adiestrarán para la guerra.
Casa de Jacob, venid;
caminemos a la luz del Señor.
Palabra
de Dios
Salmo
Sal
121,1-2.4-5.6-7.8-9
R/.
Vamos alegres a la casa del Señor.
V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.
V/. Jerusalén está fundada
como ciudad bien compacta.
Allá suben las tribus,
las tribus del Señor. R/.
V/. Según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.
V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.
V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor, nuestro Dios,
te deseo todo bien. R/.
*Lecturas
del Lunes de la 1ª semana de Adviento*
Lunes,
2 diciembre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (8,5-11)*
En aquel tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un
centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho».
Le contestó:
«Voy yo a curarlo».
Pero el centurión le replicó:
«Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de
palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y
tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y va; al otro:
"Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo hace».
Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían:
«En verdad os digo que en Israel no he encontrado en nadie tanta fe. Os digo
que vendrán muchos de oriente y occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob
en el reino de los cielos».
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Señor,
no soy digno de que entres bajo mi techo. Basta que lo digas de palabra, y mi
criado quedará sano).
*La sincerada de este Centurión, han provocado en mí
algunas preguntas o interrogante ¿Bajo cual disciplina vivo hoy en
día? ¿Quién es mi superior? ¿Quién le da órdenes a mi vida? Al hacerme estas
preguntas, puedo comprobar que la admiración que sintió el Señor, por este
centurión fue muy profunda. La buena noticia de esta palabra es que el Señor,
me hace una invitación a abrir las puertas de mi corazón a las personas que
están muy cerca de mí. Que de mi salga el interés por las persona que están
pasando por un momento de dificulta, que me haga cercano con el que sufre, que
esté dispuesto de ponerme al servicio de aquel que me necesita en los momento
difíciles, que de mi salga el deseo de vivir totalmente bajo la disciplina del
amor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.