*Lecturas del Lunes de la 24ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 16 de septiembre de 2024
Primera
lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (11,17-26.33):
Al recomendaros esto, no puedo aprobar que vuestras reuniones causen más daño
que provecho. En primer lugar, he oído que cuando se reúne vuestra Iglesia os
dividís en bandos; y en parte lo creo, porque hasta partidos tiene que haber
entre vosotros, para que se vea quiénes resisten a la prueba. Así, cuando os
reunís en comunidad, os resulta imposible comer la cena del Señor, pues cada
uno se adelanta a comerse su propia cena y, mientras uno pasa hambre, el otro
está borracho. ¿No tenéis casas donde comer y beber? ¿O tenéis en tan poco a la
Iglesia de Dios que humilláis a los pobres? ¿Qué queréis que os diga? ¿Que os
apruebe? En esto no os apruebo. Porque yo he recibido una tradición, que
procede del Señor y que a mi vez os he transmitido: Que el Señor Jesús, en la
noche en que iban a entregarlo, tomó pan y, pronunciando la acción de gracias,
lo partió y dijo: «Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros. Haced esto
en memoria mía.» Lo mismo hizo con el cáliz, después de cenar, diciendo: «Este
cáliz es la nueva alianza sellada con mi sangre; haced esto cada vez que lo
bebáis, en memoria mía.» Por eso, cada vez que coméis de este pan y bebéis del
cáliz, proclamáis la muerte del Señor, hasta que vuelva. Así que, hermanos
míos, cuando os reunís para comer, esperaos unos a otros.
Palabra de Dios
Salmo
Sal
39,7-8a.8b-9.10.17
R/. Proclamad
la muerte del Señor,
hasta que vuelva
Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
y, en cambio, me abriste el oído;
no pides sacrificio expiatorio,
entonces yo digo: «Aquí estoy.» R/.
«Como está escrito en mi libro
para hacer tu voluntad.»
Dios mío, lo quiero,
y llevo tu ley en las entrañas. R/.
He proclamado tu salvación
ante la gran asamblea;
no he cerrado los labios:
Señor, tú lo sabes. R/.
Alégrense y gocen contigo
todos los que te buscan;
digan siempre: «Grande es el Señor»
los que desean tu salvación. R/.
*Lecturas del Lunes de la 24ª semana del Tiempo
Ordinario*
Lunes, 16 de septiembre de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Lucas (7,1-10)*
En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún.
Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba
mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para
rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban
encarecidamente: «Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo
y nos ha construido la sinagoga.»
Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le
envió unos amigos a decirle: «Señor, no te molestes; no soy yo quién para que
entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente.
Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo
disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y
va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y
lo hace.»
Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía,
dijo: «Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe.» Y al volver a casa,
los enviados encontraron al siervo sano.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(«Ni
en Israel he encontrado tanta fe »).
*Hay cosas que debo aprender del centurión. El
entendió claramente que el Señor, tiene todo el dominio y el poder en esta
tierra y que no hay nada imposible para él, que él está muy por encima de todas
debilidades humanas. Algunas cosas cruzan por mi mente con esta palabra ¿Cómo
es mi amor con las personas cercanas a mí? Segundo, pido a las personas que
intercedan por mí en sus oraciones. No debo dar permiso a la duda que entre
dentro de mi cabeza, solo tengo que repetir a mi corazón constantemente que confié en el Señor plenamente; porque el
amor y la intercesión, me darán como regalo la fe*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.