*Lecturas del miércoles de la
XIX Semana del Tiempo Ordinario*
14 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (18,15-20)*
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si tu hermano peca, repréndelo a solas
entre los dos. Si te hace caso, has salvado a tu hermano. Si no te hace caso,
llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto quede confirmado por boca
de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a la comunidad, y si no
hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un gentil o un
publicano. Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el
cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo. Os
aseguro, además, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para
pedir algo, se lo dará mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están
reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Si tu
hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado a
tu hermano)
*El Señor, hace resplandecer la belleza que existe
en la palabra “Sinceridad” Jesús como gran maestro, nos invita, a ti, que
eres mi hermano y a mí, que soy tu hermano, que no tengamos miedo en dejarnos
corregir, porque tenemos la misma capacidad de pensar y hacer cosas que no les
agradan al Señor, y que nos hacen mucho daño. Corregirnos es decirnos la
verdad, sin malas intenciones, siempre tú, buscando el bien para mí, y yo,
siempre buscando el bien para ti, sin ofendernos, sin herirnos y sin malos deseos. Estamos
autorizados por el Señor, de cuidarnos, para que continuemos juntos por el buen
camino. Si cuando tú me corrige para mi bien, no quiero aceptar esa corrección,
es porque no estoy abierto al amor y a la misericordia de Dios. La buena
noticia es que cuando alguna persona viene a corregirme, sin ningún interés
personal, traer en su corazón: amor por mí, y está en oración por mí, para que
me pueda mantener en la presencia del Señor*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.