*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Primera Lectura
Lectura
de la profecía de Ezequiel (16,1-15.60.63):
Me
vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, denuncia a Jerusalén sus
abominaciones, diciendo: «Así dice el Señor: ¡Jerusalén! Eres cananea de casta
y de cuna: tu padre era amorreo y tu madre era hitita. Fue así tu
alumbramiento: El día en que naciste, no te cortaron el ombligo, no te bañaron
ni frotaron con sal, ni te envolvieron en pañales. Nadie se apiadó de ti
haciéndote uno de estos menesteres, por compasión, sino que te arrojaron a
campo abierto, asqueados de ti, el día en que naciste. Pasando yo a tu lado, te
vi chapoteando en tu propia sangre, y te dije mientras yacías en tu sangre:
‘Sigue viviendo y crece como brote campestre.’ Creciste y te hiciste moza,
llegaste a la sazón; tus senos se afirmaron, y el vello te brotó, pero estabas
desnuda y en cueros. Pasando de nuevo a tu lado, te vi en la edad del amor;
extendí sobre ti mi manto para cubrir tu desnudez; te comprometí con juramento,
hice alianza contigo –oráculo del Señor– y fuiste mía. Te bañé, te limpié la
sangre, y te ungí con aceite. Te vestí de bordado, te calcé de marsopa; te ceñí
de lino, te revestí de seda. Te engalané con joyas: te puse pulseras en los
brazos y un collar al cuello. Te puse un anillo en la nariz, pendientes en las orejas
y diadema de lujo en la cabeza. Lucías joyas de oro y plata, y vestidos de
lino, seda y bordado; comías flor de harina, miel y aceite; estabas guapísima y
prosperaste más que una reina. Cundió entre los pueblos la fama de tu belleza,
completa con las galas con que te atavié –oráculo del Señor–. Te sentiste
segura de tu belleza y, amparada en tu fama, fornicaste y te prostituiste con
el primero que pasaba. Pero yo me acordaré de la alianza que hice contigo
cuando eras moza y haré contigo una alianza eterna, para que te acuerdes y te
sonrojes y no vuelvas a abrir la boca de vergüenza, cuando yo te perdone todo
lo que hiciste.»» Oráculo del Señor.
Palabra
de Dios
Salmo
Is
12,2-3.4bcd.5-6
R/. Ha cesado tu ira y me has
consolado
Él
es mi Dios y Salvador: confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor,
él fue mi salvación.
Y sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R/.
Dad
gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas,
proclamad que su nombre es excelso. R/.
Tañed
para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
«Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel. » R/.
*Lecturas del Viernes de la XIX
Semana del Tiempo Ordinario*
16 Agosto 2024
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Mateo (19,3-12)*
En aquel
tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a
prueba: «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?»
Él les respondió: «¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó
hombre y mujer, y dijo: «Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre,
y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne»? De modo que ya no son
dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el
hombre.»
Ellos insistieron: «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y
divorciarse?»
Él les contestó: «Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de
vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. Ahora os digo yo que, si uno
se divorcia de su mujer –no hablo de impureza– y se casa con otra, comete
adulterio.»
Los discípulos le replicaron: «Si ésa es la situación del hombre con la mujer,
no trae cuenta casarse.»
Pero él les dijo: «No todos pueden con eso, sólo los que han recibido ese don.
Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los
hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el reino de los cielos. El que
pueda con esto, que lo haga.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Lo que
Dios unió no lo separe el hombre).
*El divorcio es cuando se llega a un punto de no
aceptación de uno de los dos, ya sea el hombre o la mujer. Las tinieblas
existen cuando no hay luz. Cuando me falta la luz, lo único que puedo ver en mi
es oscuridad, y llegan a mi mente pensamientos de que la otra persona es una
montaña de problema. Y eso mayormente sucede cuando caigo en la tentación de comparar,
a una persona con otra persona; y si estoy comparando es porque mis ojos ya se
están fijando en alguien. El Señor, desde el principio me ha dado el don del
discernimiento, para saber distinguir lo bueno de lo malo. Amar no es un
sentimiento, amar no es sentir mariposista en la barriga, amar es una decisión,
amar es hacer el bien, sin esperar nada a cambio*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.