Musica Para el Alma

lunes, 5 de agosto de 2024

LAS LECTURAS DEL MARTES 6 DE AGOSTO 2024


 

*Lecturas de la Transfiguración del Señor*

06 Agosto 2024

Primera Lectura

Lectura de la profecía de Daniel (7,9-10.13-14):

 

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 96,1-2.5-6.9

 

R/. El Señor reina altísimo sobre toda la tierra

 

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

 

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

 

Porque tú eres, Señor,
altísimo sobre toda la tierra,
encumbrado sobre todos los dioses. R/.

 

Segunda Lectura

Lectura de la segunda carta del apóstol san Pedro (1,16-19):

 

Cuando os dimos a conocer el poder y la última venida de nuestro Señor Jesucristo, no nos fundábamos en fábulas fantásticas, sino que habíamos sido testigos oculares de su grandeza. Él recibió de Dios Padre honra y gloria, cuando la Sublime Gloria le trajo aquella voz: «Éste es mi Hijo amado, mi predilecto.» Esta voz, traída del cielo, la oímos nosotros, estando con él en la montaña sagrada. Esto nos confirma la palabra de los profetas, y hacéis muy bien en prestarle atención, como a una lámpara que brilla en un lugar oscuro, hasta que despunte el día, y el lucero nazca en vuestros corazones.

 

Palabra de Dios

 

*Lecturas de la Transfiguración del Señor*

06 Agosto 2024

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Marcos (9,2-10)*

 

En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, corno no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.
Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: «Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.»
Estaban asustados, y no sabía lo que decía.
Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: «Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.»
De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos.
Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: «No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.»
Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos».

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(Y se transfiguró delante de ellos: su rostro se puso brillante como el sol)  

*El Señor, me muestra que existe un lugar Santo, donde se reúnen: El amor (que es Jesús), los mandamientos (representado por Moisés), y (Elías que representa a los profetas) Esta reunión es tan Santa, que produce una la luz, tan luminosa que se trasforma en un blanco tan deslumbrante, que nadie en este mundo lo puede lograr. Esta Luz tan radiante, tiene el poder de cambiar corazones sin importar en el estado de descomposición que puedan estar, esta Luz tiene el poder de transfigúralos. El apóstol Pedro dice que ese lugar están bueno, que a uno se olvida hasta de su propia vida, este lugar es tan bueno que me puedo desprender de todo, porque el Señor se apodera de mí. El Señor con esta reunión, en medio de tanta Luz, me invita a disfrutar de lo sabroso que es vivir en el amor, en los mandamientos y en la obediencia a sus palabras*.

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.