Musica Para el Alma

domingo, 25 de agosto de 2024

LAS LECTURAS DEL LUNES 26 DE AGOSTO 2024


 

*Lecturas del Lunes de la XXI Semana del Tiempo Ordinario*

26 Agosto 2024

Primera Lectura

Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (1,1-5.11b-12):

 

Pablo, Silvano y Timoteo a los tesalonicenses que forman la Iglesia de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. Os deseamos la gracia y la paz de Dios Padre y del Señor Jesucristo. Es deber nuestro dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos; y es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente, y vuestro amor, de cada uno por todos y de todos por cada uno, sigue aumentando. Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las Iglesias de Dios, viendo que vuestra fe permanece constante en medio de todas las persecuciones y luchas que sostenéis. Así se pone a la vista la justa sentencia de Dios, que pretende concederos su reino, por el cual bien que padecéis. Nuestro Dios os considere dignos de vuestra vocación, para que con su fuerza os permita cumplir buenos deseos y la tarea de la fe; para que así Jesús, nuestro Señor, sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, según la gracia de Dios y del Señor Jesucristo.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 95,1-2a.2b-3.4-5

 

R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

 

Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre. R/.

 

Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones. R/.

 

Porque es grande el Señor, y muy digno de alabanza,
más temible que todos los dioses.
Pues los dioses de los gentiles son apariencia,
mientras que el Señor ha hecho el cielo. R/.

 

*Lecturas del Lunes de la XXI Semana del Tiempo Ordinario*

26 Agosto 2024

Evangelio

*Lectura del santo evangelio según san Mateo (23,13-22)*

 

En aquel tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: «Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga»? ¡Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: «Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga.» ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar jura también por todo lo que está sobre él; quien jura por el templo jura también por el que habita en él; y quien jura por el cielo jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él.»

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.)  

*El Señor, con estas palabras, me invita a no colocarme, en el lado de los que impiden que otros puedan avanzar hacia un encuentro de amor, de sanación y de liberación, con Dios. Las personas no son tontas y ellas observan, si estoy o no detrás de los caminos del Señor, porque si siempre me estoy quejando de todo, si en mí forma de hablar hay soberbia, lujuria, pereza, envidia, ira y violencia, entonces mi comportamiento está muy distante con lo que es la voluntad del Señor, la voluntad del Señor es que sea: misericordioso, que no juzgue, que no condene, que perdones y que ame sin esperar nada a cambio. El Señor me llama a que no sea “Hipócrita”. El Señor utiliza estas palabras, como una escoba, para barrer todo la basura y cosas feas que se han acumulado en mi vida, para que sea totalmente libre, para amar y para seguirlo a él de corazón*    

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.