*Lecturas del Jueves de la 17ª semana del Tiempo
Ordinario*
Jueves, 1 de agosto de 2024
Primera
lectura
Lectura
del libro de Jeremías (18,1-6):
Palabra del Señor que recibió Jeremías: «Levántate y baja al taller del
alfarero, y allí te comunicaré mi palabra.»
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le
salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra
vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: «¿Y no podré yo trataros a vosotros,
casa de Israel, como este alfarero? –oráculo del Señor–. Mirad: como está el
barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
145
R/. Dichoso
a quien auxilia el Dios de Jacob
Alaba, alma mía, al Señor:
alabaré al Señor mientras viva,
tañeré para mi Dios mientras exista. R/.
No confiéis en los príncipes,
seres de polvo que no pueden salvar;
exhalan el espíritu y vuelven al polvo,
ese día perecen sus planes. R/.
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él. R/.
*Lecturas del Jueves de la 17ª semana del Tiempo
Ordinario*
Jueves, 1 de agosto de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Mateo (13,47-53)*
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «El reino de los cielos se parece
también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está
llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y
los malos los tiran. Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los
ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido.
Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Entendéis bien todo esto?»
Ellos les contestaron: «Sí.»
Él les dijo: «Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como
un padre de familia que va sacando del arca lo nuevo y lo antiguo.»
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(Reúnen
los peces buenos en cestos y tiran los malos).
*Jesús el gran maestro, utiliza un lenguaje
apropiado para cada ocasión. Para Jesús lo importante es que le puedan entender:
El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge
toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla. Este verbo
arrastrar, que es igual a: llevar, empujar, conducir. Jesús me quiere arrastra,
llevar, empujar, conducir, hacia la orilla donde él está,
y yo me hago esta pregunta ¿Me siento arrastrado hacia Jesús? Porque si me
siento arrastrado, atraído por Jesús, se tiene que reflejar, en mi forma de
vivir, en la alegría de pronunciar su nombre, en el gozo de sentirme perdonado
y amado, sin duda esto es estar en el cesto con los peses que le agrada hacer
la voluntad de Dios. Es normal que las personas que no se sienten atraído por
Jesús se mantengan a distancia. Jesús hace una descripción de las personas que
se sienten: arrastrado, llevado, empujado, y conducido
por él. Él dijo: Un escriba que entiende
del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo
nuevo y lo antiguo*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.