*Lecturas
de Santa María Magdalena*
Lunes,
22 de julio de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (20,1.11-18)*
El primer día de la semana, María Magdalena fue al
sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro.
Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al
sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y
otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?»
Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han
puesto.»
Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado,
dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.»
Jesús le dice: «¡María!»
Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»
Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis
hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios
vuestro."»
María Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho
esto.»
Palabra
del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Mujer, ¿Por qué lloras?, ¿a quién buscas?).
*Ella fue al lugar donde habían
enterrado a su Señor, y con el dolor de que murió su Señor, se encuentra que
abrieron la tumba, otro dolor más que se suma. Dos ángeles les preguntan ¿por
qué lloras? Y el Señor también le pregunta ¿Por qué lloras? ¿A quién buscas?
Esta mujer estaba buscando un muerto y se encontró con un resucitado. La buena
noticia para mi es que el Señor, me llama para que despierte y pueda entender
que él, está vivo. El Señor, me demuestra que él, es el Señor, que vence la
muerte y me regala la oportunidad de que pueda poner lo que me provoca
tristeza, lo que me provoca desesperanza, para que lo deposite a sus pies
porque él es, el Dios que vence todo tipo de muerte*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.