*Lecturas del X Domingo del Tiempo Ordinario*
09 Jun 2024
Evangelio
*Lectura del santo Evangelio
según san Marcos 3, 20-35*
En aquel
tiempo, Jesús llegó a casa con sus discípulos y de nuevo se juntó tanta gente
que no los dejaban ni comer. Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo,
porque se decía que estaba fuera de sí.
Y los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los
demonios».
El los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas:
«¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede
subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra
sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede
meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no
lo ata; entonces podrá arramblar con la casa.
En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y
cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no
tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Llegan su madre y sus hermanos y, desde fuera, lo mandaron llamar.
La gente que tenía sentada alrededor le dice:
«Mira, tu madre y tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan».
Él les pregunta:
«Quiénes son mi madre y mis hermanos?».
Y mirando a los que estaban sentados alrededor, dice:
«Estos son mi madre y mis hermanos. El que haga la voluntad de Dios, ese es mi
hermano y mi hermana y mi madre».
Palabra del Señor.
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
(El
que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre).
*Según esta palabra los familiares de
Jesús, son los que cumplen la voluntad de Dios. Pero algo me llena de alegría y
es que la mirada de Jesús, va enfocada sobre todo el que desea escuchar sus palabras.
Y el mismo Jesús, que me lanza una invitación personal a que pueda ver con mis
propios ojos que estoy llamado a estar inscrito en el libro de la vida y a pertenecer
de una manera especial al albor genealógico del Jesús. El Señor, de una manera
muy particular me dice lo fácil que es pertenecer a su familia, que todo
depende de mí. Tremenda sorpresa con esta respuesta salida de los labios de
Jesús, él quiere incluirme a como dé lugar dentro de su familia. Y lo único que
me pide a cabio es que escuche su palabra y la ponga en práctica. El más
beneficiado en esta lectura de hoy soy yo, invitado de manera especial a formar
parte de la gran familia de Jesús. Como dice el Salmo: El Señor ha estado
grande con nosotros y estamos alegres*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.