*Lecturas del sábado 8 de junio
2024. Inmaculado Corazón de María*
Primera
lectura
Lectura del profeta Isaías
(61,9-11):
La
estirpe de mi pueblo será célebre entre las naciones, y sus vástagos entre los
pueblos. Los que los vean reconocerán que son la estirpe que bendijo el Señor.
Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido
con un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se
pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus
brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos
ante todos los pueblos.
Palabra de Dios
Salmo
1Sam 2,1-8
R/. Mi corazón se regocija por el Señor, mi
salvador
Mi
corazón se regocija por el señor,
mi poder se exalta por Dios;
mi boca se ríe de mis enemigos,
porque gozo con tu salvación. R/.
Se rompen
los arcos de tus valientes,
mientras los cobardes se ciñen de valor;
los hartos se contratan por el pan,
mientras los hambrientos engordan;
la mujer estéril da a luz siete hijos,
mientras la madre de muchos queda baldía. R/.
El Señor
da la muerte y la vida,
hunde en el abismo y levanta;
da la pobreza y la riqueza,
humilla y enaltece. R/.
Él
levanta del polvo al desvalido,
alza de la basura al pobre,
para hacer que se siente entre príncipes
y que herede un trono de gloria. R/.
*Lecturas del sábado 8 de junio
2024. Inmaculado Corazón de María*
Evangelio
*Lectura del santo evangelio
según san Lucas (2,41-51)*
Cuando
Jesús cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre y, cuando
terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran
sus padres. Éstos, creyendo que estaba en la caravana, hicieron una jornada y
se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, se
volvieron a Jerusalén en su busca. A los tres días, lo encontraron en el
templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles
preguntas; todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las
respuestas que daba.
Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has
tratado así? Mira que tu padre y yo te buscábamos angustiados.»
Él les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debía estar en la
casa de mi Padre?»
Pero ellos no comprendieron lo que quería decir. Él bajó con ellos a Nazaret y
siguió bajo su autoridad. Su madre conservaba todo esto en su corazón.
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero a
vuestros corazones antes que mis palabras*
*Él les contestó: «¿ Por qué me buscabais?*.
*Puedo buscar algo con distintas intenciones:
porque nunca lo hemos tenido y lo deseamos, lo queremos y lo necesitamos; otra
forma puede ser que lo teníamos y lo perdimos y ahora es que nos enteramos, que lo
que perdimos era de gran valor y ahora lo estamos buscando porque lo queremos
recuperar. Y pensando en eso nos podemos hacer esta pregunta ¿Por qué buscamos
al Señor? Cuantas respuestas poéticas pasan por nuestras mentes en un momento.
En muchas ocasiones cuando deseamos algo nos lanzamos con toda la fuerza y nos
grabamos una frase: Eso lo consigo yo, cuésteme lo que me cueste. La buena
noticia es que el Señor, está esperándonos en un lugar donde él se deja
encontrar y podemos llegar con nuestros problemas, con nuestras dificultades y
mis necesidades, y él nos encuentra, para él acogernos y hacer de nosotros una
persona nueva, con capacidad de saber escuchar y bendecir en medio de las
dificultades*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.