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lunes, 22 de abril de 2024

LAS LECTURAS DEL MARTES 23 DE ABRIL 2024


 

*Lecturas de la 4ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*

Martes, 23 de abril de 2024

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (11,19-26):

 

En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles la Buena Nueva del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.
Llegó la noticia a oídos de la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño, porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. Y una multitud considerable se adhirió al Señor.
Bernabé salió para Tarso en busca de Saulo; cuando lo encontró, se lo llevó a Antioquía. Durante todo un año estuvieron juntos en aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez los discípulos fueron llamados cristianos.

 

Palabra de Dios

 

Salmo

Sal 86,1-3.4-5.6-7

 

R/. Alabad al Señor, todas las naciones

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
ciudad de Dios! R/.

«Contaré a Egipto y a Babilonia
entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes
han nacido allí».
Se dirá de Sión: «Uno por uno
odos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado». R/.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
«Éste ha nacido allí».
Y cantarán mientras danzan:
«Todas mis fuentes están en ti». R/.

 

*Lecturas de la 4ª Semana del Tiempo Pascua Ciclo B*

Martes, 23 de abril de 2024

Evangelio

*Lectura del evangelio según san Juan (10,22-30)*

 

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón.
Los judíos, rodeándolo, le preguntaban:
«¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente».
Jesús les respondió:
«Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, esas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

 

Palabra del Señor

 

*Que la Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*

 

(«Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco»).

*Esta palabra me cuestiona interiormente ¿Cómo escucho la voz del Señor? ¿Entiendo lo que el Señor me quiere decir? Yo tengo personas cercanas a mí, que me cuesta escuchar, y si no escucho, no puedo entender lo que me quieren decir, es imposible que pueda hablarle bien, y de dentro de mi comienzo a pelear y a decir improperio, que ofenden y causan heridas. Y la culpa no es de ellos, es que a mí me cuesta prestar atención para escuchar y entender. Lo mismo sucede con mi relación con el Señor, él está tratando de decirme cosas muy importantes que tienen que ver con mi vida eterna y como no escucho poniendo atención, trato de hacer lo que creo o lo que a mí me parece. Si quiero seguir al Señor, tengo que escuchar su voz, y la voz del Señor es una voz, que produce alegría, deseo de hacer el bien y deseo de vivir. Tengo un perro que cuando escucha mi voz, aunque no me vea, se alegra y se pone inquieto. Más alegre y más inquieto tengo que ponerme cuando escucho la voz del Señor*

 

*El que desea y quiere amar, con el corazón según el Señor: llegará a ser, Santo*

 

V. El Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.


R. Amén.