*Lecturas del Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo B*
Domingo, 3 de marzo de 2024
Primera
lectura
Lectura
del libro del Éxodo (20,1-17):
En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras: «Yo soy el Señor,
tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud. No tendrás otros dioses
frente a mí. No te harás ídolos, figura alguna de lo que hay arriba en el cielo,
abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra. No te postrarás ante
ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso:
castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y bisnietos, cuando me
aborrecen. Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan
mis preceptos. No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque
no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso. Fíjate en el
sábado para santificarlo. Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el
día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo
alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu
ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades. Porque en seis días hizo el
Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos. Y el séptimo día
descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó. Honra a tu padre y
a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va
a dar. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás testimonio
falso contra tu prójimo. No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás
la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno,
ni nada que sea de él.»
Palabra de Dios
Salmo
Sal
18,8.9.10.11
R/. Señor,
tú tienes palabras de vida eterna
La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor
es fiel e instruye al ignorante. R/.
Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.
La voluntad del Señor
es pura y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.
Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel
de un panal que destila. R/.
Segunda
lectura
Lectura
de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (1,22-25):
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros
predicamos a Cristo crucificado: escándalo para lo judíos, necedad para los
gentiles; pero, para los llamados –judíos o griegos–, un Mesías que es fuerza
de Dios y sabiduría de Dios. Pues lo necio de Dios es más sabio que los
hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Palabra de Dios
*Lecturas del Domingo 3º de Cuaresma - Ciclo B*
Domingo, 3 de marzo de 2024
Evangelio
*Lectura
del santo evangelio según san Juan (2,13-25)*
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en
el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas
sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas
y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a
los que vendían palomas les dijo: «Quitad esto de aquí; no convirtáis en un
mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me
devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: «¿Qué signos nos muestras
para obrar así?»
Jesús contestó: «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.»
Los judíos replicaron: «Cuarenta y seis años ha costado construir este templo,
¿y tú lo vas a levantar en tres días?»
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los
muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la
Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su
nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos,
porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un
hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Palabra del Señor
*Que la
Paz del Señor llegue primero a vuestros corazones antes que mis palabras*
(Pero él hablaba del templo de su cuerpo).
*Jesús
necesita entrar en nuestra vida. ¿Y qué encontrará el Señor cuando entre en
nuestro cuerpo que es templo del Espíritu Santo? Seguro que hay en nosotros
muchas cosas que hemos dejado acumular y que son perjudicial para nuestra salud
espiritual. El Señor tiene que hacer un azote de cordeles y volcar nuestras mesas
que están llenas: de envidia, de angustia, de dolores, de impotencia, de tristeza,
de orgullo, de soberbia, de odio y de cuantas cosas más. Nosotros estamos hecho
a imagen y semejanza de él, estamos diseñado para la vida eterna, es por eso
que el Señor tiene que utilizar un lenguaje fuerte y agresivo para quitar,
despegar y sacar todos nuestros apegos a esta tierra*.
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.