*Lecturas del Jueves de la 18
Semana del Tiempo Ordinario*
Jueves, 10
de agosto de 2023
Evangelio
*Lectura del santo evangelio según san Mateo
(16,13-23)*
En aquel tiempo, al llegar a la
región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Quién dice la
gente que es el Hijo del hombre?»
Ellos contestaron: «Unos que Juan Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías
o uno de los profetas.»
Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Simón Pedro tomó la palabra y dijo: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.»
Jesús le respondió: «¡Dichoso tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha
revelado nadie de carne y hueso, sino mi Padre que está en el cielo.
Ahora te digo yo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el
poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos;
lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y lo que desates en la
tierra, quedará desatado en el cielo.»
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías. Desde
entonces empezó Jesús a explicar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén
y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y
que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo: «¡No lo permita Dios, Señor!
Eso no puede pasarte.»
Jesús se volvió y dijo a Pedro: «Quítate de mi vista, Satanás, que me haces
tropezar; tú piensas como los hombres, no como Dios.»
Palabra del Señor
*Que la Paz del Señor llegue primero
a vuestros corazones antes que mis palabras*
«¡No lo permita Dios, Señor! Eso no
puede pasarte.»
*Evitemos,
pues, toda obra vana, odiemos de corazón el camino de la iniquidad. No os
repleguéis sobre vosotros mismos, no viváis para vosotros solos, pensando que
ya estáis justificados, sino reuníos para indagar juntos lo que es provechoso
para todos. Dice, en efecto, la Escritura: ¡Ay de los que se tienen por sabios
y se creen perspicaces! Hagámonos espirituales, hagámonos un templo perfecto
para Dios. En lo que dependa de nosotros, no olvidemos el temor de Dios y
esforcémonos en guardar sus mandamientos, para que su voluntad sea nuestra
delicia*
*El que desea y quiere amar, con el corazón
según el Señor: llegará a ser, Santo*
V. El
Señor nos bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
R. Amén.